SOCIEDAD › EL AUGE DEL SPA DELIVERY, UN SERVICIO DE RELAX PARA EL HOGAR, UNA FIESTA O LA EMPRESA

Masajes con envío a domicilio

Ahora es posible contratar un servicio de spa que llega a la propia casa. O masajistas para una fiesta personal o corporativa. También ya hay empresas que contratan el servicio para mejorar las condiciones de los empleados durante el horario de trabajo.

 Por Sonia Santoro

Cuenta la leyenda –tantas veces desmentida– que Cleopatra, la reina de Egipto, se hacía sus propios baños en leche y miel. No es difícil imaginarla rodeada de súbditos que la atendieran y le dieran masajes en su palacio. Así mantenía su cuerpo joven y bello y su mente despejada. Algo de eso es lo que intentan recuperar las empresas de spa delivery que ofrecen desde masajes para clientes en conferencias empresariales o fiestas de fin de año, desarrollo de un espacio de spa –con gazebos, aromaterapia, fanales y velas– en eventos corporativos o cumpleaños familiares, catering para disfrutar en baños de espuma en la propia casa hasta sesiones exclusivas de cuidados de la piel. Como estrategia para tener empleados más relajados o como un mimo personal, los servicios de spa domiciliarios llegaron para quedarse.

Paula Estravis y Carola Maierowicz son las dos socias creadoras de Artemisia Mobile Spa (www.artemisiaspa.com.ar), una consultora de salud preventiva: “Damos charlas de alimentación saludable, charlas motivadoras sobre riesgo cardiovascular, cómo convivir con el estrés, talleres de mandalas, terapias a través del arte, además de masajes, gimnasia o yoga”. “Les damos a las empresas herramientas para mejorar el clima laboral con cosas fáciles con las que la gente ve mejoras en el día a día”, dice Estravis.

La idea fue de Maierowicz, terapeuta de shiatzu, que pensó en cómo ampliar las posibilidades de su propio cuerpo para poder atender a más clientes. “Empezamos en 2004, con particulares y después nos fueron consultando amigos que trabajan en empresas si podíamos hacerlo corporativo y ahí fuimos virando”, cuenta Estravis.

Por la misma época, nacía también Antei (www.antei.com.ar) producto de observar las necesidades de las personas y de las empresas argentinas (largas jornadas, tensiones laborales, disminución del rendimiento, entre otras) y de que este tipo de beneficios para reducir el estrés ya estaba muy difundido en el exterior, en países como Brasil, Estados Unidos y algunos de Europa. “Nuestra misión es mejorar el rendimiento y la calidad de vida del personal en las organizaciones y la idea era hacerlo de una manera simple y con resultados bien concretos para la persona y para la empresa”, cuenta Patricia Strugo, socia-gerente de Antei. Por ejemplo, en un call center midieron el ausentismo antes y después de implementar su servicio de Shiatsu Express y comprobaron cómo disminuyó en los casos de personas con cervicalgias, lumbalgias y migrañas (ver recuadro).

“Cuando las sesiones son tomadas regularmente, el receptor amplía su conciencia corporal y aprende a cuidarse. Hay personas que convivían con su dolor, creyendo que era normal, luego de las sesiones reconocen que podía ser habitual, pero que no es normal y buscan los medios para no padecerlo”, dice Strugo.

María Mamone, de Stop Stress (www.stopstress.com.ar), estudió análisis de sistemas y además es especialista en yogaterapia, en patologías derivadas del estrés y terapeuta de zen shiatsu. Su historia comenzó en la época en que el estrés fue una patología colectiva fermentada al calor de la crisis de 2001. “Un alumno de yoga, que solía tener contracturas y al que yo le hacía alguna maniobra de shiatsu o tailandés cuando terminaba la clase, un día me dijo: ‘Qué bueno que pudieras hacer esto en la oficina mientras trabajamos’. Entonces esa misma noche entré en Internet y busqué hasta que encontré a alguien en San Pablo que daba los cursos con esta modalidad de masaje express en silla ergonómica, y allá fui a hacer el curso y a traer mis primeras sillas. Así comienza el delivery de masaje en silla para las empresas. Y a partir de eso vienen las derivaciones. En principio fue solo masaje express en los eventos; un día incorporamos reflexología y se armó un minispa de relax en la fiesta. A esto se le fueron agregando técnicas con una característica fundamental que es que el receptor no necesita sacarse la ropa: shiatsu, tailandés, reflexología, refresh de rostro, spa de manos; y se puede incorporar maquillaje o peinado en algún evento especial.” El fuerte de Stop Stress, sin embargo, es el trabajo con particulares, principalmente mujeres (ver recuadro).

En general, se trabaja con dos modalidades, dentro y fuera de la empresa, esto es, en la compañía o en eventos. “Nosotros ofrecemos diferentes tipos de masajes, yoga y pausas de recuperación, pero el más demandado es el shiatsu express, ya que requiere poco tiempo y espacio”, dice Strugo. “Las pausas de recuperación –explica– son prácticas grupales dirigidas, de 20/30 minutos, donde se hacen ejercicios para activar la respiración, la circulación sanguínea, mejorar la alineación postural. Una vez aprendidas las herramientas, los ejercicios pueden ser practicados durante la jornada laboral. Esta actividad se puede realizar en los puestos de trabajo, sin necesidad de sala especial, ni cambiarse de ropa (a diferencia del yoga).”

Dentro de las empresas, suelen armar espacios de salud cómodos, ambientados y climatizados, donde poder relajarse y disfrutar de un tiempo de distensión y montan consultorios dentro de las oficinas de las empresas en forma periódica. Puede ocupar desde unas horas semanales hasta tener destinada una pequeña sala como “espacio de salud” (ver aparte).

En cuanto a los eventos, el objetivo es diferente: se busca agasajar a las personas invitadas. “Participamos en todo tipo de eventos, desde Family Days hasta lanzamientos de productos, presentaciones de prensa, dándoles un toque distintivo a las actividades. Creamos un espacio de salud, el cual ambientamos con música, velas, fanales, fuentes de agua y arreglos florales, logrando así un lugar pensado especialmente para relajarse y disfrutar”, cuentan desde Artemisia. Por ejemplo, el día de fin de año van a un espacio abierto en una quinta y el área de spa es un sector más, entre distintas ofertas de entretenimiento, donde la gente puede tomar un masaje breve de 15 o 20 minutos.

Los costos son muy variables pero en Aiten tienen planes corporativos desde 1000 pesos por mes. “Siempre es baja la inversión para la empresa, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios que le reporta. Son servicios de alto impacto que el personal valora muchísimo”, dice Strugo. En Artemisia, que un terapeuta que vaya a una compañía durante tres horas cuesta unos 250 pesos y poner un gazebo con un terapeuta en un evento, un par de horas, tiene un valor de entre 500 y 750 pesos.

Las empresas que contratan ese tipo de servicios suelen ser multinacionales, que muchas veces replican acciones que vienen desde el exterior, que buscan fomentar una mejor calidad de vida y el balance entre el trabajo y el resto de la vida. Algunas de ellas son Nokia, Novartis, American Express, YPF, Santander Río, Epson, Dow, IBM o Natura.

Los empleados, agradecidos. No serán Cleopatra, pero quién puede negar que cortar con el trabajo, aunque sea unos minutos a la semana, puede hacer tan bien como sus baños de leche y miel.

Compartir: 

Twitter

Dentro de las empresas, el servicio de spa delivery suele armar espacios de salud cómodos, ambientados y climatizados.
Imagen: Jorge Larrosa
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.