Omar Chabán, el principal acusado en la causa por el incendio del boliche Cromañón en el que murieron 193 personas, fue el único de los 15 imputados que habló ante los jueces en el cierre de los alegatos. El juicio oral pasó a cuarto intermedio hasta el 19 de agosto –justo un año después del comienzo del juicio–, a las 15, cuando se conocerá la sentencia. Llorando por momentos, en los 15 minutos que le cedió el Tribunal Oral Nº 24 de la Capital Federal, Chabán dijo de sí mismo que se ha convertido “en un talismán del mal, en el gran responsable de todo; entonces quiero saber por qué los padres no tienen nada que ver con la conducta de sus hijos”. La pregunta final de Chabán tiene que ver con su propia visión de lo ocurrido: adjudicó toda la culpa a los jóvenes que encendieron las bengalas que provocaron el siniestro. Como toda respuesta, sin tomar en cuenta las lágrimas del gerenciador de Cromañón, los padres presentes en la sala de audiencias levantaron las pancartas con los nombres de sus hijos fallecidos y uno a uno repitieron sus nombres, acompañándolos con el grito de “¡presente!”.

Ante los jueces Raúl Llanos, María Cecilia Maiza y Marcelo Alvero, el imputado Omar Chabán aseguró que todos los acusados son “buena gente: Raúl Villarreal, que por lo que cobraba miren en lo que está metido, los chicos de Callejeros, los funcionarios, todos estamos en esta orgía de dolor”. Adjudicó toda la responsabilidad de lo sucedido a “gente violenta” que arrojó las bengalas provocando el incendio en el que murieron 193 personas, mientras que centenares resultaron heridas.

Chabán aseguró que siempre fue “respetuoso de las normas”, que no tiene “antecedentes penales ni contravenciones”, que jamás fumó ni tomó “ni siquiera una cerveza, ¿cómo se explica que de un día para otro me volviera loco y alentara el incendio y las casi 200 muertes?”. Insistió en que, tras el incendio, entró tres veces al local y que estuvo en estado de shock “como lo estaría cualquiera que viese el ataque a las Torres Gemelas o a la AMIA, sin estar preparado para presenciar el dolor”. Luego agradeció a sus abogados “que no cobraron ni un peso”, a los miembros del tribunal, a los querellantes y a los defensores de otros imputados por su “presencia permanente” en la sala de audiencias.

Antes de llamar a cuarto intermedio hasta el 19 de agosto, el juez Llanos explicó que ese día se leerá la parte resolutiva del fallo y que luego se abrirá un nuevo paréntesis, de una extensión que todavía no está fijada, para difundir un resumen de los fundamentos. “En la página web de la Corte Suprema estará el fallo completo a disposición de quien quiera consultarlo”, precisó Llanos y puso fin a la etapa de debate, que había comenzado el 19 de agosto del año pasado.

La tragedia en Cromañón ocurrió el 30 de diciembre de 2004, cuando la banda Callejeros tocaba en el local de Bartolomé Mitre 3060, del barrio porteño de Once. Los imputados que llegaron al debate en libertad y se declararon inocentes son Chabán, el ex jefe de seguridad del local Raúl Villarrael, y el grupo Callejeros (Patricio Santos Fontanet, Daniel Cardell, Maximiliano Djerfy, Juan Carbone, Cristian Torrejón, Elio Delgado, Eduardo Vázquez y Diego Argañaraz). Los otros acusados son los ex jefes de la seccional séptima de la Policía Federal, con jurisdicción en el boliche, Carlos Díaz y Miguel Angel Belay; Fabiana Fiszbin, ex subsecretaria de Control Comunal, y los ex directores de esa dependencia, Gustavo Torres y Ana María Fernández.

El fiscal Jorge López Lecube pidió 23 años para Chabán y 15 para cada uno de los integrantes de Callejeros, en todos los casos por el delito de “incendio seguido de muerte”. También solicitó 16 años para Villarreal, por su responsabilidad en el siniestro y las muertes, y 17 para el comisario Díaz, por el incendio y por el cobro de coimas. También fueron acusados los ex funcionarios Fabiana Fiszbin, Ana María Fernández y Gustavo Torres, para los cuales pidió dos años de cárcel por incumplimiento de los deberes de funcionario público. La única absolución planteada por el fiscal fue para el comisario Miguel Belay, segundo de Díaz en la comisaría séptima.

Las cuatro querellas, por su parte, pidieron entre 25 y 26 años para Chabán y entre 7 y 25 para Villarreal; dos de los querellantes solicitaron entre 8 y 26 años (la pena más alta sólo para Fontanet) para los músicos de Callejeros, mientras que las otras dos querellas resolvieron no acusar a los integrantes de la banda de rock. En cuanto a los ex funcionarios del gobierno porteño, hay pedidos de entre 5 y 25 años para Fiszbin y Fernández, y de 4 a 25 años para Torres. Respecto de los policías, tres de los querellantes pidieron entre 6 y 26 años para Díaz, y entre seis meses y 5 años para Belay, mientras que uno de los querellantes no presentó acusación en contra de los policías.