SOCIEDAD
“Buscar al prójimo que le toca a cada uno”, propone Red Solidaria
Juan Carr, titular de Red Solidaria, sugiere que el dolor generado por las muertes por desnutrición se convierta en compromiso y que cada argentino “que no esté tan mal” se ocupe de un indigente. “Cada dos horas muere en el país un chico desnutrido”, dice.
Por Mariana Carbajal
”Que el dolor que nos provoca ver la desnutrición en la tapa de los diarios se convierta en compromiso”, planteó ayer Juan Carr, titular de la Red Solidaria, y propuso que cada uno de los argentinos que “no estén tan mal”, se ocupe de un indigente. “Lo de Tucumán no es un hecho aislado. Cada dos horas, se muere en el país un chico desnutrido. Y son cifras del Indec de 2001, es decir, de antes de la debacle económica. Por lo tanto, es presumible que hoy tengamos que multiplicar por 3 o por 4 ese número”, advirtió Carr en diálogo con Página/12.
La propuesta de Carr es sencilla: “En esta nueva Argentina hay 18 millones de pobres. La mitad estamos bien, la mitad estamos mal. A cada uno de nosotros nos toca uno, es tan simple como eso. La propuesta humilde es buscar al prójimo que le toca a cada uno”, explicó. Carr no plantea un esquema de ayuda estructurado, sino que cada persona a través de la vía que sea (una iglesia católica, una entidad judía, un comedor comunitario) se haga cargo del hambre de un compatriota. “Lo más complicado es el compromiso. Es más fácil lograr una inversión millonaria, de miles de millones de dólares, que la gente se comprometa en el tiempo”, observó el fundador de la Red Solidaria.
Como puntapié inicial, hace un mes la organización creó un Departamento de Transformación de la Realidad (DTR). “Es un nombre rimbombante en serio y en broma”, acotó Carr. Desde ahí han identificado 167 lugares donde se combate el hambre, la mayoría ubicados en las grandes ciudades del país, y a través de un censo están estableciendo las necesidades de la zona: si les falta apoyo escolar, si tienen microemprendimientos, si disponen de microcréditos. En general, se trata de sitios donde funciona un comedor comunitario. “El objetivo es transformar esa realidad hasta que un día podamos festejar que se cierra el comedor y los chicos pueden volver a comer en sus casas con sus padres, porque tienen trabajo. No creo que sea una utopía”, se esperanzó Carr. “Un aspecto importante, es que hay 63 empresas comprometidas en el proyecto”, destacó.
Cuando tienen tanta trascendencia en los medios situaciones como la de Tucumán, los teléfonos de la Red Solidaria suelen recibir un avalancha de llamados de gente que pregunta qué puede hacer para ayudar. “Lo que le propongo a todo el mundo que se deprime es que salga a la cancha y que haga algo. Ahora los estamos vinculando con alguno de estos 167 lugares, de acuerdo a cuál le queda más próximo, para que se acerque y ayude como pueda y quiera: llevando comida, dando clases de apoyo, como sea”, explicó Carr a Página/12.
“Espero que las muertes de estos chiquitos en Tucumán no sean al pedo. Toda muerte tiene que tener sentido: que estas muertes consigan que no se muera ninguno de los otros 263 mil chicos con desnutrición, de 0 a 5 años, que hoy hay en toda la Argentina”, agregó. Según cifras de Indec de 2001, cada día se están muriendo en el país 33 chicos de esa edad, 23 de ellos por causas evitables y la mitad, es decir, entre 11 y 12, por causas asociadas a la desnutrición, recordó Carr. “Si esas son cifras de antes de que empezara la crisis, puede presumirse que haya que multiplicarlas por 3 o por 4”, advirtió. Y pidió a la gente que tenga bien presentes estos datos. “No puede haber mañana otra tapa en los diarios, por ejemplo, con un afamado corrupto, que nos haga olvidar esta realidad. Lamentablemente, los marginados están invisibles. Aunque duele, es bueno que cada tanto los diarios los pongan en la mirada de todos.”