SOCIEDAD › PREVENTIVA PARA TRES ETENIDOS POR EL CASO ECHARRI
Mejicaneada no, secuestro
Tres de los seis detenidos fueron procesados como coautores del secuestro extorsivo. Así, el juez rechazó la hipótesis de que hubo una “avivada” con el rescate. Los otros, liberados.
Por Horacio Cecchi
En una extensa resolución –de alrededor de un centenar de carillas–, el juez federal platense Arnaldo Corazza dispuso la prisión preventiva de tres de los primeros seis detenidos del caso Echarri, procesándolos como coautores del secuestro extorsivo. Se trata de Germán Ferrand Luna, Esteban Furtado y Juan Carlos Cajigal. De ese modo, cae la hipótesis de la estafa o la “avivada” sostenida por la defensa y toma peso la que afirma a rajatabla la Bonaerense: “El secuestro lo cometió una banda de perejiles”. El dato no es menor, pero no resuelve una pregunta: ¿cómo hizo una banda de “perejiles” para mantener durante una semana en vilo a medio país y a toda la Bonaerense? La defensa apelará el procesamiento. Corazza, además, dispuso la libertad de las dos mujeres, de Eduardo Wilson y del ex sargento de la Federal, José Luis Di Cugno, cuyo hijo es uno de los prófugos del caso. Trascendieron algunos datos de un nuevo prófugo: Juan Carlos “Chuky”, sospechado de haber ejecutado el secuestro.
La resolución era esperada porque revelaría el verdadero estado en que se encuentra la investigación. Durante los primeros 15 días que se extendió el secreto de sumario (se extenderá unos diez días más), la posición de la defensa de Ferrand Luna, Cajigal, Furtado, y de Eduardo Wilson, Josefina Agüero (madre de Cajigal) y Vanessa Castro (novia de Furtado) se sostuvo argumentando que se trató de una “mejicaneada” de una banda que no tenía que ver con el secuestro a la banda que mantenía cautivo a Antonio. Técnicamente una estafa contra Pablo Echarri, a lo sumo una extorsión. Ayer, a lo largo de unas cien carillas, Corazza fundamentó el procesamiento por secuestro extorsivo de los tres primeros, echando por tierra ese argumento.
“Voy a apelar a la Cámara Federal porque considero que la acusación del juez es errónea –dijo a Página/12 Oscar Salas, abogado de los tres procesados–. Pero voy a presentar una queja. En el auto de procesamiento están los fundamentos, pero como el juez extendió diez días más el secreto de sumario yo nunca tuve acceso a las pruebas y tengo que apelar a tientas. Podría pedir la nulidad de lo actuado porque viola todas las garantías constitucionales de la defensa, pero como el juez también ordenó la libertad de tres de mis clientes temo que con la nulidad ordenen volver a detenerlos.”
Se refería a Agüero, Castro y Wilson, liberados por falta de mérito, es decir que siguen ligados a la investigación, pero no se hallaron pruebas en su contra por el momento. La misma suerte le tocó al ex sargento de la Federal José Luis Di Cugno. “No tengo nada que ver con el secuestro ni tampoco sé por qué estuve detenido –dijo tras ser liberado–. Para mí, mi hijo (Ezequiel) es una buena persona. No sé qué le pasó por la cabeza.”
Ezequiel es uno de los prófugos del caso, custodió a Echarri en su propia casa, en diagonal a la vivienda de su padre.
Entretanto, trascendieron datos de un nuevo prófugo: su nombre sería Juan Carlos, apodado Chuky, y señalado como uno de los que realizó el secuestro. Su búsqueda se agrega a la de Ezequiel Di Cugno y a la de Fabián Mónaco, un mecánico sospechado de haber custodiado a Echarri.
“Están todos identificados –aseguró el investigador–. No falta nadie. (Claudio) Martínez fue liberado (el miércoles) porque acreditó que había vendido el celular. (Adrián) Godoy es un bolsero, y tenía dos celulares usados por la banda a su nombre. Se hicieron en total ocho llamadas. Tres se hicieron de los celulares de Godoy y una del que vendió Martínez. El resto, de teléfonos públicos. Se habló desde Bernal, Ituzaingó y Capital.”
–¿Qué pruebas aportaron para desestimar la estafa?
–Los que negociaron la entrega del rescate estaban en contacto con los que lo tenían. El día del pago, una voz le dice a Pablo “terminá de juntar los 200 y hablamos”. A la tarde, otra voz parecida, pero otra voz, sigue perfectamente el hilo y le pregunta “¿y, juntaste los 200 que te pedimos?”. Y a Echarri ese día le dijeron “a las seis (18) cobramos y a las once (23) te largamos”. Eso demuestra que no eran “paracaidistas.”