Romina, novia del joven asesinado el lunes pasado en Vicente López por un delincuente que pretendía robarle el auto, reconoció ayer a Ariel “Pelotín” Ponce, de 21 años, como presunto autor del crimen de Maximiliano Alejandro Robak. El sospechoso tiene antecedentes por robo a mano armada y fue apresado en la villa Melo, un barrio humilde de la localidad de Villa Martelli. Robak era abogado penalista, tenía su propio estudio y fue abordado por un delincuente cuando acercó a Romina a la casa con su auto. Al ver correr al asaltante con el arma en mano, puso marcha atrás y recibió de éste un disparo que le quitó la vida.

En diálogo con Página/12, el superintendente de la Zona Norte, comisario Salvador Baratta, relató cómo se detuvo al principal sospechoso del crimen del abogado de 28 años. Aseguró que la primera parte de la pesquisa consistió en llamar a informantes de distintas villas. “Como estos pibes suelen estar vestidos de la misma forma varios días, pasamos la descripción de los testigos que lo vieron huir hasta que coincidió con la de Pelotín y empezamos a tirar de esa línea. Además, a rasgos generales, coincidían su descripción física con la que dio la novia del chico asesinado.”

Según detalló, los investigadores se trasladaron a la villa Melo y hablaron con varios vecinos. Allí recogieron algunos testimonios; uno de ellos indicaba que el sospechoso había salido del barrio con un revólver calibre 38, el mismo utilizado para matar a Robak. “Lo estuvimos aguantando, cuando lo agarramos seguramente se estaba rajando”, dijo Baratta. También apareció el dato de una remisera que lo llevaría a robar a zonas pudientes y que el día del asesinato lo llevó hasta la localidad de Florida, partido de Vicente López, donde Pelotín habrían intentado robarle el auto al joven abogado y, al no poder hacerlo, le disparó.

“Hay cantidad de remiserías en los barrios carenciados que se dedican a hacer esto”, señaló el superintendente, quien aseguró que la mujer –que fue demorada ayer– abandonó al delincuente cuando oyó disparos. Fuentes judiciales deslizaron que un informante escuchó de boca de Pelotín la siguiente confesión: “Hice bardo, maté a un tipo en Florida”. El arma todavía no apareció. Con estos y otros datos, el fiscal del caso pidió al juez de Garantías de San Isidro Rafael Sal Lari demorar al joven por “averiguación de antecedentes” y también a la remisera.

Ayer, estas detenciones se formalizaron. Y un rato después de que los restos de Robak fueran inhumados en un cementerio Los Cipreses en San Isidro, hubo una ronda de reconocimiento en la que Romina, novia del joven asesinado, señaló a Pelotín como el asesino “de manera categórica”, según fuentes judiciales. Ella fue la única persona que estuvo cara a cara con el delincuente que, al ver que Robak dio marcha atrás con el auto para escapar, disparó sin mediar palabra. La bala entró por el hombro izquierdo y le atravesó los pulmones. El joven falleció mientras era trasladado al hospital de Vicente López.

El acusado tiene varios antecedentes, el más serio, una condena de tres años de prisión en suspenso por un “robo agravado por el uso de arma en grado de tentativa”. Anoche fue indagado por el fiscal, quien le imputó el delito de “homicidio calificado criminis causa”, es decir que cometió el crimen para asegurarse u ocultar la comisión de otro delito.