Luego de haber anticipado desde temprano en la mañana que era su intención “sacar por consenso” una disposición capaz de regular, a partir de la modificación de hábitos de nocturnidad, la relación cada vez más precoz y cercana que los menores de edad mantienen con el alcohol, el gobernador bonaerense Daniel Scioli mantuvo una reunión populosa, con ministros, intendentes y representantes de los empresarios de boliches y confiterías bailables de la provincia de Buenos Aires. El encuentro, que se realizó por la tarde en la casa de gobierno provincial, no sólo terminó con un principio de acuerdo con los intendentes, sino que también parece haber comenzado con otro, éste con los empresarios. Según lo que el ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera, y el subsecretario de Atención a las Adicciones, Edgardo Binstock, declararon a Página/12, los propios empresarios del sector se mostraron en todo momento favorables a una posible medida que limite la asistencia de menores a boliches y la posibilidad de que consuman alcohol. Mientras que los controles ya han comenzado a aplicarse con más severidad (ocho locales fueron clausurados el fin de semana), las modificaciones horarias están pendientes: no sólo los municipios bonaerenses deben acordar un criterio homogéneo, sino que existe la intención de consensuar los horarios también con el gobierno porteño y la zona sur de la provincia de Santa Fe.

“No se trata simplemente de discutir si cerramos los boliches a determinada hora, sino cómo hacemos un abordaje integral de este problema porque sabemos que muchas veces este descontrol empieza en algún maxikiosco donde se reúnen o que irresponsablemente se venden bebidas a los menores o en alguna casa donde se hace la ‘previa’”, declaró el gobernador bonaerense Daniel Scioli, aun antes de realizarse el encuentro vespertino. La cita reunió en la Casa de la Gobernación a parte del gabinete provincial, el representante de la Federación Argentina de Municipios Alberto Descalzo y a representantes de la Asociación Bonaerense de Empresarios de Confiterías Bailables para tejer consensos. Y es que, de acuerdo con la tesis que había adelantado a lo largo del día, Scioli es de la idea de que un cambio en los hábitos nocturnos y en el fácil acceso que chicas y chicos tienen a estimulantes legales podría ayudar a combatir “el descontrol” generado por “alcohol y drogas”.

“La previa se ha instalado muy fuertemente entre los chicos, y pasa tanto con varones como con chicas, cada vez peor: cada vez son más chicos, cada vez hay más chicas. Ellas ya toman a los 13, 14 años, y ellos a partir de los 10, 12”, explicó a este diario el ministro Alvarez de Olivera. “Y no tiene nada que ver con cuestiones de clase, no se limita, como algunos podrían pensar, a la clase media. Es algo que atraviesan chicos pobres, menos pobres, más pudientes, es un problema de todos los niveles sociales”. Además de las responsabilidades que las familias puedan tener en el asunto, Alvarez destacó que el consenso con los empresarios fue posible a partir de apelar a la responsabilidad social que les cabe como sector. “La predisposición de los dueños de los boliches fue buena, e inclusive ellos están conscientes de que hay que hacer algo.” El propio apoderado de la Asociación de Empresarios de boliches, Aníbal Mathis, había explicado, por la tarde, que a los boliches les conviene económicamente cerrar a las 4 y no a las 7 de la mañana, como suele suceder, “porque se gasta menos luz, menos personal y todo”.

El acuerdo básico, previo a que los municipios de la provincia definan un horario para los cierres en todo el territorio, versó sobre las medidas concretas que, en lo inmediato, pueden tomarse para que los chicos no consuman alcohol como hasta ahora. “Se hará más fuertemente el control de la alcoholemia con los pibes, se vigilará más de cerca el ingreso de los boliches, y también acordamos trabajar juntos sobre el tema de la previa”, agregó Alvarez de Olivera.

El subsecretario Binstock explicó a este diario que en el mediano plazo se buscará incorporar a esta mesa de trabajo a los dueños de los bares, donde los chicos suelen hacer el preboliche. Con los empresarios de locales bailables, por lo pronto, se vislumbró otra manera relativamente sencilla de generar otros hábitos en chicos y chicas: “Se planteó el tema de reeditar la matinée, que es algo que se había ido abandonando porque ha ido cambiando la legislación con los años, y se había terminado facilitando que entraran a los boliches acompañados de adultos pero sin poder consumir alcohol. Y además se procurará cortar la venta de alcohol entre una y dos horas antes del cierre del boliche. Claro que también habrá medidas para fortalecer el control sobre el preboliche, que a veces puede ser en la propia casa, pero también en bares y maxikioscos”.