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El juez federal Rodolfo Canicoba Corral ordenó la detención de Eduardo Vázquez, el baterista de la banda Callejeros. La orden no tiene nada que ver con la causa que investiga la muerte de Wanda Taddei sino con la que se inició en forma paralela en la Justicia federal, por el hallazgo de una plantita en la casa de la pareja, durante el allanamiento originario, es decir el ordenado por el juez Eduardo Daffis Niklison por la muerte de Wanda. El caso tiene varias curiosidades y al menos una paradoja: según el fallo de la Corte, la causa que lleva Canicoba ni siquiera debería haber iniciado; la maceta con la plantita fue presentada por los mismos uniformados cuya declaración fue considerada falsa en la causa que investiga la muerte de Wanda. La situación de Vázquez es paradójica, fue sobreseído en la causa más compleja y está prófugo en una inexistente. Hoy, su abogado, Martín Gutiérrez, presentará un pedido de excarcelación antes de cualquier presentación.

El trámite ante el Juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral comenzó el mismo día en que se inició la causa por la muerte de Wanda Taddei. En aquella oportunidad, cuando la policía allanó la casa de la pareja en Mataderos, alrededor de las 18, buscando evidencias que hablaran sobre las entonces graves quemaduras sufridas por la mujer, no encontró la prueba imprescindible, la supuesta botella de alcohol, pero encontró algo que, según órdenes ministeriales, no debería presentar como prueba: un poco de picadura de marihuana y una maceta con una planta. De todos modos, se abrió otra causa, en el Juzgado federal de Canicoba Corral.

En lugar de desestimar, como indica la jurisprudencia de la Corte, Canicoba citó a testimoniar. “Lo hizo el mismo día en que estaba siendo indagado por la otra causa y después estaba con los médicos que lo atendieron”, argumentó Gutiérrez a Página/12.

En la segunda citación, Vázquez no se presentó. “Llegó con doce horas de anticipación, no tuve tiempo de nada”, aseguró el abogado. La tercera, casi como una obviedad, tendría repercusiones. “La citación llegó el viernes a las 17 y era para hoy (por el lunes) a las 11. La recibió el portero del estudio. Yo ya no estaba –explicó Gutiérrez–. Me enteré por los medios. A las 7.40 presenté un escrito urgente explicando que no me podía presentar porque tenía juicio oral. Además, pedí la nulidad de lo actuado porque la prueba contradice el fallo de la Corte, y porque proviene de la misma fuente que fue desestimada en su declaración, en una causa en la que fue sobreseído. Al caer esa causa, cae lo que deviene de ella.” Sea como fuere, para Canicoba Vázquez está prófugo.