El Ejecutivo porteño presentó ayer en la Legislatura el proyecto para ampliar el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) con una construcción subterránea de unos 3800 metros cuadrados bajo la Plaza Perú. El permiso fue solicitado por el propietario del museo, el empresario Eduardo Costantini, con el objetivo de exponer al público unas 200 obras, parte de su colección privada que no tiene espacio en la actual construcción. El proyecto ingresó en la Comisión de Planeamiento de la Legislatura, donde ya generó cuestionamientos de legisladores de la oposición, que reclaman la realización de una audiencia pública antes de aprobar la norma.

El proyecto enviado por el Ejecutivo autoriza la ampliación del Malba dentro de “un polígono que no podrá superar los 3842 metros cuadrados, debajo de la cota 0 de la plaza República del Perú”. También dispone que se podrá construir un “patio de esculturas” subterráneo, a siete metros de profundidad, con un “cerramiento acristalado” a nivel del suelo que no podrá superar los 500 metros cuadrados.

El Malba está ubicado sobre la Avenida Figueroa Alcorta al 3400. El predio en el que está emplazado está calificado como Urbanización Parque (UP), según el Código de Planeamiento Urbano. Según se detalla en el proyecto, la ampliación del museo requerirá “la remoción de parte de la forestación de la plaza y su remodelación física en función de la ocupación del subsuelo”. No se detalla en la iniciativa cuáles serán las modificaciones en el espacio verde ni si se recuperarán los ejemplares de árboles removidos. Tampoco se dan precisiones acerca de las contraprestaciones que el Malba dará a la Ciudad a cambio de la cesión del terreno.

El diputado Eduardo Epszteyn, presidente del bloque Diálogo por Buenos Aires e integrante de la Comisión de Planeamiento Urbano, salió al cruce del proyecto al afirmar que “para realizar esta obra es necesario cambiar la zonificación de la plaza, lo cual implica una ley de doble lectura, con una audiencia pública”. Por otra parte, el legislador consideró que “si se concede el uso de propiedad pública a un privado se debe exigir una contraprestación equivalente a un porcentaje del costo de una superficie similar de tierra a la que se concesiona”. “El subsuelo es un bien escaso en la ciudad y es el lugar por donde pasa la infraestructura de servicios”, agregó.

El proyecto, elaborado en el área del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, no fija los requisitos que debe cumplir la ampliación. Tanto la provisión de estacionamiento como la reforestación, el rediseño y la provisión de mobiliario urbano e iluminación de la plaza República del Perú serán establecidos con posterioridad “por el Poder Ejecutivo, a través de sus organismos competentes”. Las prestaciones del Malba a la ciudad por el uso del espacio público serán establecidas mediante un convenio.

Costantini solicitó la ampliación del museo a partir del crecimiento de su colección permanente, que pasó de tener 220 obras en sus inicios a unas 420 en la actualidad, “por lo que la exhibición se ve limitada a sólo el 60 por ciento de las piezas existentes”, se dice en los fundamentos del proyecto.

El Malba, inaugurado en septiembre de 2001, está por cumplir nueve años. Su construcción no estuvo exenta de polémica: fue discutida por organizaciones vecinales hasta que logró su aprobación en la Legislatura.