La madre de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en Hurlingham en agosto pasado, dijo ayer que no sabe quién mató a su hija, pero aseguró que “no fue por plata” y admitió que “pudo haber sido una venganza”. Carola Labrador sostuvo que después de la muerte de su hija no le importa “nada más” y que no conoce “a ninguno de los detenidos por el caso”. Dijo que no cree que Candela “se haya ido con un chico de 24 años, como se dice. Ella era muy compañera conmigo y se iba a encontrar con sus amigas”. De ese modo se refirió a las versiones de que un joven que se encuentra prófugo en la causa intentaba conquistarla. A pocos días de cumplirse un mes del hallazgo del cadáver de Candela a un costado de la autopista del Oeste, en Villa Tesei, la mujer reapareció luego de haber interrumpido el contacto con los medios por varias semanas. “Lo único que sé es que me mataron a mi hija y tengo que vivir por mis otros hijos, pero estoy convencida de que ella está con Dios”, remarcó la mujer en declaraciones a la TV. Sostuvo que a Candela “no la mataron por plata, porque yo soy una mujer humilde, y pobre, aunque pudo haber sido por algún tipo de venganza”. Por el crimen de Candela hay seis personas detenidas sobre las cuales el fiscal Marcelo Tavolaro debe resolver la situación procesal. “No conozco a nadie de los detenidos porque no miro televisión y dejo que trabajen los abogados y la Justicia”, remarcó la mamá de Candela. “Hay mucha gente que colaboró en su búsqueda y nunca tuve un contacto con mi hija, ni una prueba de vida luego de su desaparición”, concluyó. Además de los seis detenidos, el caso tiene varios sospechosos, pero todavía no se puede establecer con certeza el móvil del crimen.