El perfil genético de Hugo Elvio Bermúdez (53), sindicado como el presunto autor material del crimen de Candela Sol Rodríguez (11), fue hallado en los domicilios particulares de otros tres imputados en el hecho, quienes habían asegurado que no lo conocían. Los nuevos estudios de ADN incorporados al expediente determinaron, al mismo tiempo, que el rastro genético de Bermúdez también apareció en la camioneta del único prófugo que tiene, por ahora, la causa. Los detenidos que quedaron comprometidos por el hallazgo del ADN de Bermúdez en sus viviendas son Gabriel Fabián Gómez (30), Guillermo López (32) y Alberto Espínola (31). Los expertos también hallaron el patrón genético del uruguayo Bermúdez en la camioneta Ford Eco Sport que los testigos señalaron que sería propiedad del prófugo Leonardo Jara Navarrete (34), de quien se sospecha que fue quien entregó a Candela a las personas que la mantuvieron secuestrada desde el 22 de agosto hasta que su cuerpo apareció sin vida el 31 de ese mes.

Los nuevos estudios de ADN fueron realizados por el Laboratorio Genético de la Policía Científica de San Martín y llegaron ayer a manos del fiscal de Morón Marcelo Tavolaro. El ADN fue hallado en hisopados que se realizaron en vajilla y objetos que se encontraban en distintos lugares de cada una de las viviendas de los detenidos. Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a Carola Labrador, la madre de Candela, aseguró que “con esta prueba se cae la coartada de varios detenidos que en sus indagatorias habían negado tener un trato con Bermúdez”.

“Ahora tendrán que explicar qué hacía en sus propias casas el perfil genético de quien para nosotros es el autor material del crimen”, agregó. Por otra parte, los investigadores están evaluando la posibilidad de que un primo del padre de la niña haya actuado como “entregador” de la pequeña. Aunque existe la sospecha, todavía no se libró ninguna medida respecto de esa persona. El dato sobre esta posible vinculación fue aportado al expediente por el propio padre de la víctima, Alfredo Rodríguez, en su tercera declaración ante el fiscal Tavolaro.

Cuando Alfredo Rodríguez fue consultado sobre si Héctor “Topo” Moreyra, señalado como “autor intelectual” del homicidio, conocía a Candela, el hombre respondió que sí, pero que nunca había tenido trato con ella. Al ampliar sus declaraciones sobre cómo se habría producido el secuestro de la nena, el padre de Candela dijo que está convencido de que alguien muy allegado a la familia fue quien participó en la “entrega”, en complicidad con Jara Navarrete, el único prófugo que por ahora tiene la causa. “Con el Topo anda pegado un primo mío al que le decimos el Cali, con quien sí teníamos trato, por lo menos hasta que yo caí preso, hace más de un año”, declaró el padre de Candela. Rodríguez dijo que “era habitual visitar el domicilio de la hermana de Cali, de nombre Teresita”. A esa casa iba “toda la familia” y desde que él cayó preso, sabe que la madre de Candela concurrió a ese domicilio para asistir a algún cumpleaños, acompañada por la nena. “Con el Cali la relación no es muy buena ni fluida”, reconoció el padre de la nena, quien dijo que su hija sabía que era “un primo mío, alguien de la familia”. Rodríguez también tenía una mala relación con Moreyra, quien está detenido y prestaría declaración la semana próxima ante el fiscal.

Ayer se produjo un hecho violento cerca del domicilio donde viven familiares de Guillermo López, uno de los detenidos del caso Candela. El jefe de la Departamental de Morón, comisario mayor Miguel Alanis, dijo que un policía de la comisaría cuarta de Hurlingham se tiroteó con dos hombres armados que quisieron robarle. El hecho ocurrió el jueves a las once de la noche, pero Alanis sostuvo que nada tuvo que ver ni con López ni con su familia.