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Enormes espejos, sillones de madera, mármoles en el piso, las paredes revestidas de un marrón oscuro. Así era y volvió a ser el vestidor que perteneció a Eva Duarte de Perón hasta 1952, cuando la primera dama murió, y que fue reinaugurado ayer, en el marco de la celebración por el Día Internacional de la Mujer. Esas majestuosas habitaciones habían quedado en desuso, ocultas en el Palacio Legislativo porteño, por más de sesenta años.

La importante pieza de patrimonio histórico se encuentra ubicada al lado del Salón Dorado de la Legislatura. Según se reconstruyó, fue ocupado por Evita, a partir de septiembre de 1946, cuando se instaló en el edificio la Fundación Eva Perón, que presidía. Evita se preparaba en esas habitaciones, que estaban conectadas de forma directa con la enorme sala de actos, para aparecer en público.

El edificio de la Legislatura data de octubre de 1931 y su diseño estuvo a cargo del arquitecto Héctor Ayerza. Entre 1943 y 1945 fue utilizado por Juan Domingo Perón para su despacho personal. Luego pasó a manos de su mujer, hasta su muerte en 1952.

Ahora, las instalaciones recuperadas serán incorporadas a las visitas guiadas del Palacio Legislativo, que es Monumento Histórico Nacional.

Para la inauguración del área recuperada, en el vestidor se exhibieron vestuario, zapatos, joyas y los documentos originales de Eva Duarte de Perón. En el vestidor, de unos pocos metros cuadrados, se conservó una silla enorme de madera, cuyo respaldo sobrepasa la altura de una persona de pie. El asiento también luce un espejo, a tono con el resto de la habitación. Los legisladores recorrieron esa habitación y la de los baños privados, donde se pudieron rescatar los lavamanos, la grifería y los inodoros, entre otros muebles.

Además se exhibió el cuadro en óleo Homenaje a Evita, del fileteador de Buenos Aires Martiniano Arce, y el libro La Fundación Eva Perón, de la profesora Silvia Elizabeth Mazzuchi. Las autoridades recibieron también un cuadro de Eva Duarte de Perón del artista Dante Rise.

“Eva no fue una mujer más, fue ‘la mujer’, una argentina que tenía un destino del que no pudo ni quiso escapar, un destino que la puso del lado de los necesitados, los sufrientes y los excluidos”, sostuvo el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, que estuvo a cargo del acto de reapertura. Seguían sus palabras la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, y diputados de todo el arco político porteño.

“El mejor recuerdo a la mujer es el nombre Evita y el mejor homenaje a Evita es recuperar el lugar desde el cual ella entregaba sus días al pueblo y a los trabajadores”, aseguró durante la ceremonia el diputado del Frente para la Victoria (FpV) y vicepresidente segundo de la Legislatura, Juan Carlos Dante Gullo.

En la entrada al enorme salón fue colgada una placa de bronce que dice “En el Día de la Mujer, homenaje a Eva” y cita sus palabras: “Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo”.

Informe: Rocío Magnani.