SOCIEDAD › BUSCAN GRABACIONES DEL SECUESTRO DE FLORENCIA MACRI
El foco está en los videos
Los investigadores buscan rastros de los secuestradores en las cámaras de bancos y comercios de San Telmo y de las autopistas.
Por Horacio Cecchi
Alrededor de media docena de filmaciones de cámaras de seguridad de comercios y bancos aledaños a la Universidad del Cine, en San Telmo, donde fue secuestrada Florencia Macri, son analizados puntillosamente por los investigadores del caso. Buscan determinar si aparecen rostros conocidos o sospechosos, si se observa el momento en que la chica fue empujada al interior de su propio auto, y si existieron otros vehículos de apoyo. Los investigadores también solicitaron los videos de las cabinas de peaje de las autopistas por donde circuló el Peugeot 206 de la joven. Un ticket de la Autopista 25 de Mayo, coincidente con el momento del secuestro, fue hallado dentro del vehículo abandonado en Villa Tesei, partido de Hurlingham. “No todas las autopistas tienen filmadoras –confió un investigador a Página/12–. A veces las ponen en una o dos cabinas.” Entretanto, el caso sigue sin aportes importantes de parte del clan Macri.
El análisis de los videos está a cargo de investigadores de la División Delitos Complejos de la Policía Federal. Los expertos pasaron horas observando las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de los comercios de la zona donde fue secuestrada Florencia. La hija menor de Franco Macri fue “levantada” en su propio Peugeot 206, el martes 29 de abril, cuando salía de la Universidad del Cine –donde sigue la carrera de dirección– ubicada en el Pasaje Giuffra, en el barrio de San Telmo.
Los investigadores pidieron los videos en los comercios y los bancos ubicados en la zona: no se descarta que en alguno de ellos haya quedado grabada la imagen de los secuestradores, con la esperanza inclusive de que alguna cámara de seguridad haya registrado el momento mismo en que Florencia fue empujada a su auto por dos hombres, según declaró la chica.
Pero, además, solicitaron a las concesionarias de las autopistas los videos de las cámaras de seguridad. El dato surgió a partir de que un ticket de la Autopista 25 de Mayo fue hallado dentro del 206 azul, perteneciente a Florencia. El vehículo fue abandonado por la banda en las calles Acha y Achával, de Villa Tesei, en la localidad de Hurlingham. Con ese dato, se especula que los secuestradores debieron pasar por las cabinas de peaje, no sólo de la 25 de Mayo sino quizá por alguna del Acceso Oeste. Cabría la posibilidad de que el rostro de alguno de los secuestradores haya quedado grabado y eso permita afinar las pistas que, por el momento, son endebles. El problema aparece con las mismas concesionarias: una fuente del caso reveló a Página/12 que no todas las empresas suelen desplegar dispositivos de seguridad semejantes, y que algunas sólo los colocan en unas pocas cabinas de peaje.
Los investigadores trabajan contra la marea. Y no precisamente marea de datos proporcionados por los familiares, más interesados en dormir el caso que en resolverlo. Entre las pistas, además del mentado ticket, resulta atractiva la evolución de los pasos de la banda. En primer lugar, el secuestro ocurrió en un territorio inhabitual para este tipo de delitos, por lo riesgoso. No sólo dentro de la Capital, sino en San Telmo. La salida más cercana a la provincia es Dock Sud o Avellaneda. Sin embargo, los secuestradores eligieron la autopista, una vía de escape rápido, sin peligro de toparse con un control vehicular, pero con muchos kilómetros de riesgo.
La dirección tomada señala la zona oeste. En Villa Tesei fue hallado el automóvil, el 1º de mayo por la noche. Dos días después, Franco Macri se internó en Parque Leloir, en Villa Udaondo, entre Moreno y Hurlingham, para pagar el rescate, luego frustrado. Junto al Club Hípico de Hurlingham se hizo efectivo el segundo intento. Allí se pagaron los 750.000 dólares por la liberación de Florencia. Y en Moreno, a dos cuadras del Acceso Oeste, la chica fue liberada. La lupa de los investigadores está situada en esa zona.
También trabajan en la comparación de la voz del negociador de la banda que secuestró a Florencia con la de los que participaron en otros casos desecuestro: la idea es establecer si la misma banda protagonizó hechos similares.