Vecinos de barrios periféricos de San Salvador de Jujuy fueron reprimidos ayer por la policía con gases, balas de goma y golpes, y al menos 49 de ellos llevados detenidos, mientras que otras 60 personas resultaron heridas, cuando procuraban impedir que trabajadores de la empresa de energía Ejesa iniciaran las obras de instalación de un nuevo tendido eléctrico subterráneo para abastecer a nuevos barrios. Los pobladores sostienen que esa instalación agravaría los problemas de salud que se manifiestan en el barrio, donde se registran casos de cáncer y leucemia. Fuentes policiales informaron que tras los incidentes, que se extendieron hasta horas de la tarde, “49 personas fueron detenidas y alojadas en cuatro comisarías” de los barrios Centro, Malvinas, Coronel Arias y San Pedrito.

En diálogo con Página/12, Yonatan Arjona, periodista de radio Minka y uno de los vecinos que lucha por la erradicación de la planta transformadora, dijo que “la ampliación del cableado de alta tensión duplicaría la potencia electromagnética y agravaría los problemas de salud que ya sufren los que viven en este lugar”. “No escucharon nuestro reclamo ni el municipio de San Salvador de Jujuy ni el gobierno provincial ni la empresa Ejesa, por lo que los vecinos de Malvinas Argentinas decidimos unirnos a los del barrio Los Naranjos –que acampan hace dos meses frente a la empresa– y así empezar el viernes pasado con una acción pacífica que consistía en realizar un acampe frente a la planta transformadora, para impedir el inicio de la nueva obra. La respuesta que recibimos fue una fuerte represión por parte de la Infantería, que incluyó balas de goma, gases lacrimógenos, hombres, mujeres y ancianos arrastrados por el piso y subidos a los móviles policiales de los pelos y de los pies. Los policías también efectuaron disparos de balas de plomo a cielo abierto para intentar dispersarnos”, añadió.

Arjona explicó que “entre los arrestados se encuentran los periodistas José Tolaba y Guillermo Ramos, de la radio Pueblo, que integran la Red Nacional de Medios Alternativos”, quienes realizaban la cobertura periodística de los incidentes. Asimismo, denunció que poco después de los incidentes quedaron “cortados los suministros de energía eléctrica y telefonía fija” en los barrios que protagonizaron la protesta.

Tras la represión de ayer por la mañana, los vecinos salieron a la calle nuevamente para repudiar el accionar policial e impedir que los obreros de la empresa de energía provincial Ejesa pudieran iniciar el cableado. Sin embargo, la policía volvió a contener las acciones de los vecinos e incluso dispuso que los agentes del grupo de elite GEOP cubrieran con sus escudos plásticos a los obreros en los pozos.

Por su parte, el gerente general de Ejesa, Ricardo Aversano, denunció que ayer al mediodía fue agredido por uno de los manifestantes de Los Naranjos, que lo agarró de la corbata y le pegó “tres trompadas”, tras lo cual el hombre fue detenido. Aversano explicó que en el barrio Malvinas se colocaba “un tendido de cien metros de línea de media tensión subterránea” para poder alimentar un nuevo distribuidor y otros barrios.

El gerente aseguró que “hubo un sabotaje durante el fin de semana en Malvinas”. “Pudimos detectar que se cortaron los cables que habíamos tendido el día jueves pasado”, agregó. A su vez, el jefe del Area de Comunicación Institucional de la policía provincial, Guillermo Corro, acusó a los vecinos de “agredir a los empleados” de Ejesa y justificó el avance de los uniformados sobre los manifestantes al indicar que su función fue “impedir la agresión”.

Informe: Sabrina Améndola