Entre el asesinado gobernador de Río Negro, Carlos Soria, y su mujer, Susana Freydoz, acusada de haberle dado el disparo mortal, no había violencia física, pero sí “celos enfermizos” de parte de la mujer. Así lo aseguró Martín Soria, hijo de la víctima e intendente de General Roca, ante el tribunal que juzga por el crimen a su madre. El hijo de Soria respondió todas las preguntas de los jueces y la fiscal de la Cámara Penal en lo Criminal de General Roca y aportó detalles de la relación entre sus padres. La situación entre ellos había empeorado, contó, cuando su padre realizaba la campaña a gobernador y pasaba más tiempo en su casa. “Mi viejo jamás le tocó un pelo a mi vieja, hubiese sido imposible. No tenía nada que ver con su personalidad”, afirmó.