SOCIEDAD › LOS TESTIMONIOS DE QUIENES SOBREVIVIERON

“El techo se hizo abanico”

“El techo se hizo como un abanico y se desplomó.” Walter Honorio, funcionario público, contó a Página/12 cómo logró salir del supermercado Cooperativa de Trabajo que se derrumbó, al parecer, por una obra que era construida de manera clandestina. Eran cerca de las 19.30. “A esa hora va bastante gente, pero no tanta como cuando es fecha de cobro”, dijo Susana Fuentes, una vecina. Pese a que algunas personas lograron escapar antes de que la obra en construcción demoliera el techo del local, otras quedaron debajo de los escombros. Al cierre de esta edición las tareas de remoción no habían terminado porque había riesgo de derrumbe.

“Me salvé de milagro”, dijo Paula, una clienta del supermercado. La mujer sostuvo que “de golpe se desplomó todo y no se entendía qué pasaba, mucha desesperación, nerviosismo, la gente corría, gritaba, todo era incierto”. El techo se cayó a dos metros de donde estaba ella y quedó junto a otras dos o tres personas “como en un hueco” y un policía colaboró para que pudieran salir por una puerta lateral. “Estaba con mi marido. No lo encontraba y me desesperé, pero él también se salvó de milagro”, dijo aún nerviosa.

Susana vive a unas siete cuadras del centro, donde está ubicado el supermercado. “Se escuchó una explosión y supimos en el momento que algo había pasado porque estamos cerca de uno de los hospitales y escuchamos a las ambulancias”, aseveró.

Honorio ratificó esa versión. “Hubo una explosión muy fuerte y el techo se hizo como un abanico”, relató. “Todavía no dormí, vine a trabajar”, dijo el hombre. Es director de limpieza del municipio de Neuquén y estaba con su esposa haciendo compras en el momento en que ocurrió el derrumbe. “La loza me apretó. Se rompió el freezer donde estaba apoyado, me metí adentro y, cuando pude, salí. Estaba todo lleno de polvo, no se veía nada. Pero pude ver un agujero chico que da al depósito y salí por ahí.” Honorio se encontraba en la zona de los congelados, “la parte más crítica, porque es donde se cayó la losa y donde está la gente desaparecida”, dijo.

Extraoficialmente se supo que Fedra Yáñez, de 18 años, y Lorena Ockier, de 38, son dos de las víctimas fatales. El esposo de Ockier se encontraba desaparecido al cierre de esta edición. El diario La Mañana de Neuquén informó que Ockier era delegada del Instituto Provincial de la Vivienda, por eso sus compañeros de militancia de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) decidieron cerrar sus oficinas por duelo.

Además decidieron concentrarse frente al lugar del derrumbe para poder obtener datos sobre el esposo de la mujer: “Estamos acá desde anoche y no nos dan información; sólo vemos pasar coches y camionetas llenas de escombros. Sabemos que la familia está bien atendida, pero nos preocupa no saber nada”, planteó Susana, una de las militantes.

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