SOCIEDAD › EL BANCO QUE NO ERA

Boquete errado

Una banda de boqueteros, cuanto menos desorientada, cavó un túnel durante cinco meses para robar el tesoro de un banco en el barrio porteño de Floresta, pero finalmente llegó a una mueblería vecina y se alzó con tres mil pesos como “botín consuelo”.

Fuentes policiales informaron que el boquete, por el cual los ladrones querían entrar originalmente a una sucursal del Banco Piano, fue descubierto cerca de las 9 del sábado pasado en el comercio El Mundo del Mueble, en Rivadavia al 8700, entre Carrasco y Belén.

Al abrir el local, el encargado del negocio halló el salón de ventas revuelto, la caja registradora abierta y la falta de unos tres mil pesos que había del día anterior.

Luego, al limpiar el lugar, los empleados de la mueblería corrieron una de las cunas que estaban en exhibición para la venta y descubrieron en el piso un agujero de casi medio metro de ancho por uno de profundidad, con lo cual confirmaron que los ladrones habían ingresado por allí al local.

Tras el llamado al 911, acudieron policías de la comisaría 40ª, uno de los cuales se metió en el agujero y descubrió que en realidad se trataba de la boca de un túnel que los boqueteros habían realizado con un pico neumático, palas, herramientas hidráulicas y con la ayuda de tubos de oxígeno que dejaron abandonados en el negocio.

Luego de media hora, el agente que había entrado al agujero finalmente salió por el otro extremo del túnel, cuya boca daba al interior de un galpón ubicado del otro lado de la manzana, en Yerbal al 4300, frente a las vías del ferrocarril Sarmiento.

Los voceros explicaron que luego de comunicarse con el propietario de ese depósito, el hombre explicó que en realidad había alquilado el lugar hacía más de cinco meses a dos supuestos comerciantes que tenían planeado armar un negocio.

Al realizar un segundo rastrillaje en el túnel, con la ayuda de los bomberos, los investigadores encontraron un plano del sitio en el cual estaba confeccionado el dibujo del conducto.

En ese croquis, los boqueteros habían planificado que el destino del túnel fuera el tesoro de una sucursal del Banco Piano, situada a 30 metros de la mueblería y en la misma cuadra.

Por ese motivo, los detectives de la policía creen que los delincuentes confeccionaron el conducto para salir directamente a la entidad bancaria, pero por error desviaron su camino y salieron a la mueblería, donde robaron los tres mil pesos y escaparon.

Las fuentes indicaron que los investigadores trataban de confirmar si los ladrones alquilaron el galpón donde comenzaron el conducto subterráneo con documentación falsa.

La banda no pasará a la historia por sus éxitos, como suele ocurrir en el caso de los boqueteros con mejor puntería. Los últimos dos golpes que sí llegaron a destino correcto ya tienen unos años. En el llamado “robo del siglo”, el 13 de enero de 2006, cinco delincuentes saquearon 145 cajas de seguridad del Banco Río de Aca-ssuso y huyeron en gomones por los desagües subterráneos. Antes habían tomado 23 rehenes como estrategia de distracción mientras vaciaban las cajas. Se llevaron 19 millones de dólares, en joyas y efectivo.

El 6 de marzo de 2010, otra banda llegó a las cajas de seguridad del Banco Macro en Callao al 200. Los delincuentes saquearon cien de ellas y quisieron ser más que sus colegas del Río. “El robo del milenio”, dejaron escrito antes de irse tranquilamente por el boquete en el que habían entrado.

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