SOCIEDAD › ERA BUEN HACKER, PERO CAYO POR MAL ESTAFADOR
Cobrando las deudas ajenas
Un hacker pirateó los e-mails entre el empresario futbolístico Hugo Issa y un deudor en Argentina. Se presentó a cobrar dos veces. Y cayó preso.
El hombre llegó hasta el lobby del Hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro, se presentó en la conserjería y preguntó por una empleada. La mujer se acercó y le entregó un sobre con dinero. La operación se realizó tal como se había arreglado vía e-mail apenas 15 minutos antes. Sin embargo, cuando el hombre estaba a punto de salir, un grupo de efectivos de la brigada de la comisaría 46ª lo detuvo. La estrategia de hacerse pasar por un huésped fue apenas una reacción y, ante la imposibilidad de sostenerla, se entregó de inmediato. El detenido es un hombre de 31 años que hackeó el e-mail del representante futbolístico Hugo Issa, y desvió la correspondencia que éste mantenía con un tercero para el arreglo del pago de una deuda. Así había logrado “mejicanear” la primera parte del pago algunos días atrás y pensaba repetirlo ayer. Sin embargo, una comunicación telefónica entre Issa y el deudor lo dejó en jaque.
Toda la operación se realizó en apenas algunos días. El hacker violó la seguridad del correo electrónico de Hugo Issa, mientras el representante se encontraba en España gestionando el pase al Real Madrid del jugador de Independiente Gabriel Milito. Desde Madrid, Issa se comunicó vía mail con una persona en Buenos Aires que le debía dinero, también por negocios relacionados con el fútbol, para arreglar el pago. El diálogo preveía un intermediario que cobraría en ausencia del empresario. Pero “esa correspondencia fue triangulada por un tercero que parece que sabe mucho de informática y que se hizo pasar por Issa”, explicaron fuentes policiales.
De esa manera, el hombre –cuya identidad no trascendió– pactó la entrega de la primera parte del dinero, se presentó como representante de Issa y cobró la plata sin despertar ninguna sospecha. Pero todavía quedaba pendiente la segunda cuota con la que se saldaría la deuda y, al parecer, el hacker “creyó que podía repetir el engaño”, dijeron los investigadores.
Impulsado por el éxito de la primera estafa, el hombre no habría tenido en cuenta que, tras no haber recibido el dinero, Issa podía intentar comunicarse con su deudor. Entonces, el hacker continuó el diálogo para arreglar el segundo y último pago. En esos días, Issa volvió al país, llamó al deudor para reclamarle la plata y descubrió que alguien había interferido en su correo.
No hizo falta que intervinieran especialistas en informática para descubrir al estafador. Issa le pidió al deudor que arreglara un nuevo pago, al que el hacker accedió sin dudar. En la mañana de ayer, el hombre lo citó en el Hotel Sheraton a las 12.15, y le dijo que una amiga suya que trabaja allí le entregaría la plata. Una vez confirmado el lugar y la hora, apenas 15 minutos antes del plazo arreglado, Issa se presentó en la comisaría 46ª, la más cercana al Hotel, ubicada en el barrio de Retiro, y le contó al comisario Juan Norberto Ordóñez cómo había sido la historia.
De inmediato, la brigada de esa seccional se dirigió al hotel, esperó a que el hacker cobrara el dinero y lo detuvo. “Al principio quiso disimular y dijo que era un pasajero, pero enseguida se entregó. Era demasiado obvio”, explicó Ordóñez. Respecto de la apariencia del hombre, el comisario señaló que estaba vestido informal y que “tiene aspecto de intelectual. Además, da la sensación de que es una de esas personas que no hablan, como muy encerrado en sí mismo”.
El hacker quedó detenido ayer en la comisaría 46ª a disposición del juez Ricardo Farías acusado por “defraudación” mientras los investigadores no descartan “que pueda haber cometido otras estafas”.
Producción: Paula Bistagnino