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A partir de agosto, el cartero llamará dos veces a la puerta de las más de 500 escuelas rurales que existen en la Argentina. La primera, para retirar las cartas que escribirán los chicos a escolares de otros puntos del país y la segunda, para llevarles la respuesta. Al menos, eso es lo que esperan los responsables del programa “Tu carta va a la escuela”, que ayer presentó el ministro de Educación Daniel Filmus y cuyo objetivo es integrar a los chicos que viven en los alejados parajes fronterizos con sus pares y, además, promover su educación. “Esta forma de comunicación les permitirá expresar cómo es la realidad que están viviendo, sus necesidades y esperanzas”, afirmó Filmus. El programa, además, cuenta con el apoyo de los principales diarios del país, quienes se comprometieron a publicar en sus ediciones las cartas de lectores que enviarán los niños.
“Yo vivo en Abra Pampa, Jujuy, y acá hace bastante que no llueve. Camino tres horas para llegar a la escuela, pero me gusta mucho, porque aprendo un montón de cosas y me encuentro con mis amigos.” Este texto es imaginario, pero tal vez uno similar será leído, en pocos días más, cuando se implemente el programa presentado ayer en el Ministerio de Educación. Cientos de chicos de los más diversos lugares del país recibirán una carta de los alumnos de la Escuela de frontera Nº 7 del paraje Cochinoca, en Jujuy. O quizá de la Nº 638, de Apóstoles, en Misiones, o de tantas otras que han entrado en el programa.
En concreto, a partir de esta iniciativa, los alumnos de las 518 escuelas de frontera del país podrán enviar hasta fin de año y de manera gratuita 15 mil cartas a otros colegios primarios –y esperar otras tantas respuestas– o a los correos de lectores de los diarios. El objetivo es que tomen contacto con otros chicos o hagan conocer sus reclamos a la ciudadanía, en la que quizá sea la “primera vez que puedan hacer llegar su voz a los medios masivos de comunicación”, remarcó la coordinadora del proyecto, Roxana Morduchowicz.
Ya el año pasado, cuando esta iniciativa se llevó a cabo en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, más de 300 cartas de chicos de la escuela primaria fueron publicadas por los diarios Clarín, La Nación y Página/12. Para este semestre se espera superar esa marca y ya se invitó a la Asociación de Diarios del Interior a que se sume a la iniciativa.
Pero no sólo en la publicación de sus cartas se basa el éxito del programa. Con que los chicos se sientan a escribir una carta pensando en que alguien la va a leer –piensan los impulsores del proyecto– se está generando una revolución en su enseñanza. “Los principales agradecidos son los maestros, porque los chicos hacen un borrador, piden que se los corrijan, y lo vuelven a hacer hasta que finalmente se animan a enviarlo”, dijo Filmus. Es que sabe que de esta forma no sólo se mejora el estilo y la ortografía, sino que también se refuerza la autoestima de chicos que comenzarán a sentirse parte de algo más grande. Quizá no conozcan el mar, o las montañas, pero esas cartas les permitirán hacerlos viajar con la imaginación.
“Van a ser 30 mil cartas que van a cruzar el país, yendo de un lado a otro, conectando los puntos más alejados del país, integrando a estos chicos con la sociedad”, agregó Morduchowicz. Allí donde no haya estafeta postal, explicó, será el docente el encargado de acercar los mensajes hasta los poblados más cercanos, para que puedan ser recogidos por los carteros.