En un operativo llamativo, usando una grúa gigante y con extremados cuidados técnicos, ayer comenzó el trabajo de colocación de las esculturas de Lola Mora en el Congreso nacional. La gran escultora jujeña realizó los originales como parte del ornamento del edificio legislativo, inaugurado –aunque todavía sin terminar– para el primer Centenario del país. Los dos grupos escultóricos fueron retirados, sin embargo, a los pocos años porque sus figuras alegóricas incluían desnudos y fueron motivo de repetidas quejas de los círculos más conservadores. Las piezas fueron desmontadas y eventualmente enviadas a Jujuy, donde hace años ornamentan la Legislatura local. El Congreso nacional quedó, así, incompleto. Ayer y hoy se montaban las réplicas perfectas realizadas en un material de alta tecnología que mezcla resinas sintéticas y polvo de mármol de Carrara para mantener una textura idéntica al original. Las piezas tienen estructuras internas de metal, fueron fraguadas “al lento” para evitar quebraduras o “deformaciones dinámicas” y llegaron protegidas en paños especiales desde el taller bonaerense donde fueron realizadas. El lugar donde quedarán es el original, sobre los descansos de la escalinata sobre la avenida Entre Ríos, donde ya se instalaron dos grandes bloques del mismo blanco de las esculturas. En los días siguientes, una vez fijadas, serán descubiertas. La movida es parte del Plan de Recuperación del palacio legislativo lanzado hace casi un año por el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.