Domingo, 20 de octubre de 2013 | Hoy
EL PAíS › INVERSIONES FERROVIARIAS
Por Tomás Lukin
El proceso de inversiones en infraestructura ferroviaria y renovación del material rodante por más de 8000 millones de pesos que se inició hace un año y medio para comenzar a subsanar el estado de deterioro del sistema metropolitano, después de la tragedia de Once, contempla la renovación del antiguo sistema de señalamiento. Es una obra fundamental para la seguridad de los ramales Sarmiento y Mitre, postergada durante varias décadas de abandono de la política ferroviaria.
Durante su reciente visita a China, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, acordó contratar a la firma estatal CRSC para realizar obras de mejoras parciales que contemplan la instalación de un sistema de detención. La decisión llegó después de un largo proceso. En 2006, la Siemens se adjudicó la renovación integral del sistema de control de barreras, señales y comunicación en ambos recorridos. La obra nunca avanzó y se rescindió el contrato a mediados de 2012, cuando la empresa devolvió los fondos. En ese momento se convocó a una nueva licitación que fue declarada desierta, ya que las propuestas presentadas por la francesa Thales junto con Metrovías-Roggio y por Alstom, también de capitales franceses, y Ferrovías-Emepa, superaron ampliamente el presupuesto.
“Si el Sarmiento hubiera contado con un sistema de frenado automático, con la violación de las señales en rojo hubiera detenido la formación y evitado el accidente de Castelar. Es fundamental mejorar el señalamiento”, sostuvo Randazzo en China. La afirmación también es válida para el último accidente en Once. En Interior y Transporte enfatizaban ayer la relevancia de las inversiones y advertían la necesidad de trabajar en conjunto con los sindicatos para “limitar la exposición al factor humano”.
La modernización del sistema de señalamiento llevará dos años. En marzo estará terminada la primera etapa del proceso que contempla la instalación del sistema de frenado automático de emergencia, denominado “Stop Train”, en los viejos coches Toshiba (las nuevas formaciones chinas ya incluirán el sistema de frenado automático). El mecanismo permite que al ingresar en las cabeceras del recorrido –Once y Moreno– así como en diferentes puntos de la traza, se activen los frenos de emergencia si se viola alguna señal. La formación Chapa 5 no pasó por alto una señal, pero el nuevo sistema incorporará en la cabeza de los andenes terminales un reductor de velocidad cuando excedan el máximo de 12 km/h y a mitad del andén otro para activar los frenos de emergencia si todavía no se logró una velocidad que garantice evitar una nueva tragedia.
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