El médico Conrad Murray, condenado por el homicidio del cantante Michael Jackson, salió de la cárcel ayer por la madrugada, tras haber cumplido casi la mitad de la condena a cuatro años de prisión. A Murray, de 60 años y encarcelado en Los Angeles, se le aplicó una nueva ley penitenciaria californiana que permite que los reclusos no peligrosos descuenten un día de condena por cada día de buena conducta, de tal forma que los 4 años de pena en la práctica se quedan en la mitad. El médico había entrado en prisión en noviembre de 2011, después de que un jurado determinara que fue el responsable directo del fallecimiento de Jackson. Según la sentencia, Murray cometió negligencias severas en el cuidado de su paciente, unos errores tipificados como homicidio involuntario. Michael Jackson falleció el 25 de julio de 2009 por sobredosis de anestésicos para dormir, fármacos que le suministraba Murray, a quien había contratado en acuerdo con la promotora AEG para que fuera su médico particular y lo acompañara a Londres, donde planeaba reaparecer sobre los escenarios. Murray reconoció que trataba a Jackson con sedantes, pero siempre mantuvo su inocencia con respecto a lo sucedido el día de su muerte. La abogada del médico anticipó que Murray “en algún punto hablará con los medios de comunicación”.