El macrismo consiguió aprobar en la Legislatura el presupuesto 2014, que incluye un aumento del ABL de hasta el 40 por ciento. El PRO no necesitó hacer demasiados cambios para obtener los 29 votos afirmativos con los que aprobó la ley, contra 24 votos negativos de la oposición porteña. Para lograr salir victoriosos contaron con la abstención de los bloques de la Coalición Cívica y la UCR, a los que se sumaron legisladores de Proyecto Sur y Buenos Aires para Todos. Entre las principales críticas a la norma, habían señalado la baja de la participación de las partidas de Educación, Salud y Vivienda. El gobierno de Mauricio Macri prevé contar el año próximo con cerca de 60 mil millones de pesos y estima un IPC del 24 por ciento. Tomará deuda por 284 millones de dólares. Las partidas mimadas son las de obras públicas y la de la Policía Metropolitana.

Los macristas presentaron un presupuesto que llega a los 59.501 millones de pesos, de los cuales el 73 por ciento irá a áreas sociales. Desde la oposición, tras ver los números, advirtieron que la participación de esas áreas (el porcentaje del total que representan) baja en el presupuesto 2014. Así, Salud baja de 20,1 a 19,6 por ciento y Educación cae del 24,2 al 21,6 por ciento. En tanto, un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), indica que las partidas de Vivienda representan el 2,1 por ciento del total, el más bajo de los últimos nueve años. En la misma sesión, ampliaron por cinco años la emergencia económica del subte, lo que flexibiliza las modalidades de contratación.

Para poder conseguir pasar el presupuesto, el PRO contó con una serie de abstenciones que les garantizaron el 29 a 24. Se abstuvieron la CC y la UCR, además del presidente del bloque de Proyecto Sur, Julio Raffo, y de la legisladora de Buenos Aires para Todos, María América González. Ese mismo grupo votó a favor la ley tarifaria, con la excepción de Rocío Sánchez Andía, que se abstuvo. A ellos, se sumó el legislador de Izquierda Democrática Rafael Gentili. Las últimas votaciones de la Legislatura están atravesadas por la negociación de los lugares en la Defensoría del Pueblo porteña y en el Ministerio Público, a donde aspiran entrar varios de los que ayer votaron, como el radical Claudio Presman, González o Raffo. Un grupo de ONG cuestionó la transparencia del proceso (ver recuadro).

La defensa del presupuesto estuvo en manos del legislador macrista Rogelio Frigerio, quien recordó que la discusión de esta ley se dio durante los últimos dos meses, a diferencia del Presupuesto nacional que “se debate un día y se vota a libro cerrado”. “Anteriormente debíamos tomar el dato del Indec, aunque sabíamos que era mentira pero ahora, después de cuatro años, pudimos reemplazarlo con un amplio trabajo y actualmente contamos con un bien público para reemplazar una mentira”, afirmó. A la argumentación, se sumó el vicepresidente primero Cristian Ritondo, quien destacó que el presupuesto “sigue la misma línea política que el gobierno desde hace seis años y al que la gente sigue acompañando con su voto”.

Desde el bloque kirchnerista, tomó la palabra la legisladora Gabriela Alegre, que se perfila como una de las posibles jefas de bloque en la siguiente etapa (el otro es Jorge Taiana). “Hay una baja en la inversión en infraestructura, se mantiene un sistema impositivo regresivo y se disminuyen los recursos en áreas sociales como Salud, Educación, Vivienda social, por lo tanto el presupuesto 2014 no genera mayor inclusión social”, remarcó. Desde el bloque de Nuevo Encuentro, Edgardo Form indicó que “la política de endeudamiento público que ha llevado adelante esta gestión pone en una situación de fragilidad financiera a la Ciudad, en particular a la próxima gestión”. En su cuenta de Twitter, Gabriela Cerruti cuestionó que se aprobaron cuatro millones en pasajes y viáticos para “difundir la marca Buenos Aires” y diez millones para el Ministerio de Gobierno para “instalar a la Ciudad en todo el país”.

En el bloque de Proyecto Sur, hubo opiniones divididas: el legislador Pablo Bergel señaló que “no se aplica el presupuesto participativo”. Sin embargo –como ocurrió en otras votaciones–, su jefe de bloque votó distinto que todo el resto de la bancada. Lo mismo ocurrió con María América González y el bloque de Buenos Aires para Todos. Fabio Basteiro indicó que “se esconden recursos, no se prevén subas salariales aunque después voten ampliaciones presupuestarias: es una Ciudad sumamente desigual”. En tanto, el legislador del MST Alejandro Bodart estimó que “con la ayuda de diputados de Unen, el macrismo logró aprobar el presupuesto 2014, la Ley Tarifaria y el Código Fiscal, leyes que siguen con una lógica de debilitamiento de lo público, aumento de los negocios para los privados y que incluyen medidas de ajustes que sufrirán los porteños a partir del año que viene con aumentos del ABL, mientras se suman exenciones fiscales a los grandes grupos económicos”.