Habitantes de las villas 31 y 31 Bis cortaron ayer durante siete horas la autopista Illia en reclamo de que se les permita construir en un terreno cercano a ese barrio y linderos con la autovía al que llaman Villa Nylon, donde ya habían estado asentadas unas 20 familias hasta 2010. Luego de conversaciones con representantes del gobierno porteño y de la concesionaria Autopistas Urbanas SA (AUSA), levantaron la medida y fueron convocados a una mesa de diálogo mañana para evaluar su situación habitacional. Los referentes vecinales precisaron que se trata de familias que viven en las villas 31 y 31 bis que no pueden afrontar el alto valor de los alquileres.

Los manifestantes interrumpieron el tránsito a las 9.40 y a las 11 lo extendieron en ambos sentidos y alrededor de las 17 liberaron la mano que va desde la Costanera hacia la avenida 9 de Julio, mientras dialogaban con representantes del gobierno porteño y de AUSA a fin de destrabar el conflicto.

Leonardo González, vocero de los vecinos, dijo que la protesta se hacía en reclamo de “poder construir viviendas” en ese predio o en la Villa 31 bis, ya que “hay muchas mujeres con hijos, sin trabajo y sin un techo”. “Necesitamos una solución para la gente en situación de calle”, agregó.

El grupo de vecinos apeló a esa modalidad de protesta para exigirles a las autoridades que cedan terrenos en la Villa 31 bis o permitan ingresar materiales en ese predio muy próximo a la autopista, conocido como Villa Nylon.

Hasta el lugar de la protesta se acercó Gonzalo Mórtola, coordinador general del programa de Mejoras de las Villas 31 y 31 bis, quien convocó a los manifestantes a una mesa de diálogo para evaluar su situación habitacional. “Les dijimos que si levantaban el corte podíamos hablar y recién cuando liberaron el tránsito los convocamos a una mesa de trabajo mañana a las 16. Esta gente está intrusando ilegalmente un predio del gobierno nacional que está a cargo de la concesionaria AUSA.”

El bloqueo comenzó a las 9.40 sólo en dirección a la provincia y alrededor de las 11 se extendió a la mano contraria, lo que provocó un caos vehicular en la zona de Retiro, donde turistas se bajaron de los taxis y optaron por llegar a pie hasta el aeropuerto cargando sus valijas.

Juan Domingo Romero, presidente de la asociación civil Los Principitos, con sede en la Villa 31, dijo que la mayoría de los manifestantes eran “mujeres con niños”. Además, detalló que los manifestantes obstruyeron la circulación a unos 600 metros del peaje de Retiro, donde quemaron neumáticos y luego instalaron carpas improvisadas.

A raíz del corte, miembros de la Policía Metropolitana y de la empresa AUSA dispusieron el cierre del ingreso desde la calle Arroyo hacia la Avenida del Libertador, en el Bajo porteño, y también el cierre de la salida Castillo en sentido al centro.

Momentos antes de que se interrumpan ambas manos en la autopista, varios conductores optaron por circular en contramano para volver hacia la 9 de Julio y así retomar Avenida del Libertador y seguir camino hacia el norte.

Esta situación generó un embotellamiento en las calles Santa Fe, Juncal y Arroyo, donde se juntaron los autos que entraban a la Ciudad y los que retomaban su camino.