Una mujer embarazada de ocho meses fue presuntamente asesinada a golpes en su casa de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, aunque antes de morir pudo dar a luz a su bebé y acusar a su novio, que fue detenido.

El domingo pasado por la noche, Claudia Peñalba (32) mantuvo una discusión con su novio en su casa de Intendente Felipe Castro al 2100, en el barrio Villa Rita. “Volvió el loco y la empujó a mamá contra la mesada”, dijo la hija de 10 años de Peñalba, según contó a la prensa Nelly, la abuela de la niña.

La mujer aseguró que su hija, que vivía al lado, esa noche fue a su casa con su nieta a mostrarle la ropa que le había comprado para su beba, próxima a nacer. “Estuvimos hasta las diez y media, ella estaba perfecta. Se va y a los quince minutos viene mi nieta y me dice: ‘Dice mamá que le des el teléfono que tiene que llamar a un remís porque se siente mal’”, aseguró la mujer.

Cuando le preguntó a su nieta qué había ocurrido, la niña le contó la agresión del hombre hacia su madre y que ella no había podido salir a avisarle porque le había cerrado la puerta para impedírselo. Sin embargo, al sentirse mal, finalmente decidió ir al policlínico, adonde fue llevada por su padre.

“Ella venía agarrándose la panza del dolor. Cuando regresa me dice que le pusieron una Buscapina y le dieron Reliverán”, aseguró Nelly que le contó su hija y le manifestó que se sentía un poco mejor, tras lo cual se fue a su casa.

De acuerdo con la versión de la madre, el lunes ella fue a hacer un trámite y luego la llamaron para decirle que su nieta se había despertado y había encontrado a su hija “tirada, con sangre” y, como no respondía, la volvieron a llevar al hospital. Dijo que en el interín le avisaron al novio, de 38 años, y según le contaron sus familiares y vecinos, cuando éste llegó a la casa “se golpeaba la cabeza contra la pared y decía: ‘Es mi culpa’”.

Según voceros policiales, Peñalba fue trasladada a la Unidad Primaria de Atención (UPA) de Lomas de Zamora, donde constataron que había sufrido fuertes traumatismos en el cráneo y, por la gravedad de su estado, la derivaron a la Clínica del Niño de Quilmes. Allí, los médicos le hicieron una cesárea de urgencia que permitió que la beba naciera sólo con 1,2 kilo, e internaron a la mujer en terapia intensiva, donde su cuadro empeoró y murió el miércoles.

El director del centro médico, Henry Herrera Romero, explicó que la niña, de nombre Julieta, “está evolucionando bien, con alimentación enteral, y (hay que) esperar el peso necesario para en su momento regresar a su domicilio”. Sobre la madre de la niña, explicó que ingresó con un diagnóstico de eclampsia, que se trata de “una complicación del último trimestre del embarazo, con trastornos de la coagulación” y que él no podía asegurar que se haya producido por los golpes que la mujer habría recibido.

“No les podemos asegurar que sea resultado de eso, llegó con inestabilidad severísima, con falla de la coagulación”, enfatizó y dijo que la mujer cursaba un embarazo de 36 semanas (la mayoría de los partos se produce entre las semanas 37 y 42).

De acuerdo con el relato de los informantes policiales, en un momento de lucidez, antes de morir, la víctima alcanzó a señalar a su pareja como quien la había golpeado. Entonces, el hombre fue detenido y quedó a disposición de la fiscal Viviana Giorgi, ante quien declaró que “jamás” le pegó a su mujer. Una fuente aseguró que el acusado dijo que para él todo lo ocurrido era una “incógnita”, aunque sí admitió que el domingo había discutido acaloradamente con la víctima, pero que la situación “no pasó a mayores” y se fue inmediatamente de la casa.