Viernes, 9 de mayo de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › EL INCENDIO DE UNA CASA PROVOCO LA MUERTE DE UNA PAREJA Y SEIS CHICOS; CREEN QUE FUE INTENCIONAL Y BUSCAN AL EX MARIDO DE LA MUJER
El hecho ocurrió a la madrugada, cuando las ocho víctimas dormían. Los vecinos rompieron la pared para entrar, pero era tarde. Todos murieron. La principal hipótesis apunta a la ex pareja de la mujer, a quien había denunciado varias veces por amenazas. El juez ordenó detenerlo y anoche lo seguían buscando.
Un matrimonio y seis chicos de entre 4 y 13 años murieron al incendiarse en la madrugada de ayer una vivienda en la localidad de Parque San Martín, partido bonaerense de Merlo. Los vecinos sofocaron el fuego con agua de una zanja y mantas, rompieron una de las paredes de la casa y lograron sacar a cinco de los nenes, a los que llevaron sobre la parte trasera de una camioneta policial al Hospital Héroes de Malvinas de Merlo, pero ya llegaron sin signos vitales. La principal hipótesis es que se trató de un hecho intencional, provocado por el ex marido de la mujer y padre de uno de los nenes fallecidos. Se trata de Cristian “Memo” Méndez, un hombre con antecedentes de violencia, que ya había sido denunciado varias veces por su ex pareja. Todos en el barrio temían que el hombre cumpliera sus amenazas. Anoche el juez libró la orden de captura en su contra.
El incendio se produjo alrededor de la una de la madrugada de ayer en una precaria casa de material y techo de chapa ubicada en las calles de tierra Iwanosqui y Larsen, en el barrio Parque San Martín. Allí vivía María Karina Flamenco, de 38 años, sus seis hijos y su pareja, Gastón Olivera, de 31. “Escuchamos gritos. Era una de las vecinas, Ana, que gritaba ‘fuego, fuego, Karina’, ahí salí corriendo, vi que estaban todos los de la cuadra tirando agua, tratando de abrir la puerta del lugar, que estaba trabada”, relató Yamila, que se encontraba a dos casas de la vivienda, ahora en ruinas.
El hombre que residía en la casa contigua, con una maza, y otro de la calle que era podador, con el mango de su hacha, rompieron la pared de ladrillo hueco que daba al baño. De allí se habían escuchado unos gritos minutos antes. Tras el muro, encontraron a Karina con dos de sus hijos en brazos, y a tres más de ellos tirados en el piso. Su pareja yacía más lejos y una de las niñas, Nayla, debajo de la cama.
Los niños se llamaban Ian, de 4 años; Nayla Azul, de 5; Alejo, de 6; Sakira, de 10; Briana, de 11, y Yael, de 13, que llevaban el apellido de la madre, aunque uno de ellos es hijo de la ex pareja de la mujer.
“Fue impresionante, en un instante en que todo se prendió fuego”, contó Beatriz, otra de las mujeres de la cuadra, y agregó: “Al romper la pared nos apuramos a sacar a los chicos, entre chispazos de cables pelados y el agua. Yo me electrocuté un brazo, me dio corriente, mientras sacaba a una de las nenas. Estaban todos quemados, les salía espuma por la boca. Todavía está ahí la frazada en donde los pusimos a todos para darle aire”. Yamila contó: “A una de las nenas le empecé a hacer respiración boca a boca. Alejo, que era discapacitado, abrió los ojos, fue el único momento en que alguno se movió”, recordó y, entre lágrimas, dijo: “Yo pensé que Briana estaba viva, por eso le empecé a golpear el pecho para que respire”.
Ambas mujeres comentaron que luego pusieron un colchón arriba de la camioneta de policía y llevaron a los hermanos al hospital. Horas más tarde, el director del centro asistencial, Alberto Lazo, confirmó que los niños llegaron sin vida y explicó que la causa de la muerte fue asfixia.
La familia vivía en un precario monoambiente sin ventanas, con un ventiluz sin vidrio. “Tenía toda la casa cerrada porque cuando ella estaba sin su pareja el ex entraba, le rompía la puerta, hasta le sacaba las chapas del techo para entrar”, dijo Miguel, uno de los jóvenes del barrio que participó en el rescate. Según el mismo vecino, “los bomberos llegaron y no tenían agua, la ambulancia no llegó nunca y la policía casi ni colaboró. No sacaron a Karina, ni a Nayla ni a Gastón hasta que llegó la policía. Cuando nosotros entramos, Karina estaba desmayada, como sentada sosteniendo a dos de sus hijos: Ian y Alejo”. María, residente de la cuadra, también denunció que la policía llegó media hora después de iniciado el incendio y que para ese entonces los bomberos no habían llegado a combatir las llamas.
El jefe de la Departamental de Merlo, Hugo Santillán, detalló que durante todo el día se realizaron peritajes para determinar si fue un homicidio, mientras sesenta policías buscaban a Méndez. El sospechoso tiene una denuncia por maltrato, radicada el 7 de marzo en la comisaría de la localidad de Parque San Martín, según confirmó Santillán. Anoche, el juez ordenó su detención. La investigación se encuentra a cargo de los fiscales de Morón Sergio Dileo y Marcelo Tavolaro. También se espera el resultado de las autopsias para ver si las víctimas tenían alguna herida previa al incendio o si murieron por inhalar monóxido de carbono.
Los vecinos también aseguraron que Karina era víctima de violencia física y hostigamiento constante por parte de Memo Méndez. Según Ana, el día anterior, cuando se encontró con él en el comedor, el hombre le había dicho que se despidiera de su amiga y sus hijos porque los iba “a matar”. Méndez había sido denunciado varias veces por Karina en la comisaría de Parque San Martín. Luego de la tragedia, Beatriz reflexionó y lamentó que la policía no haya hecho nada al respecto: “Nosotros escuchábamos sus amenazas y no imaginamos que iba a ser capaz de esto”. En tal sentido, Yamila señaló: “A él le agarraba la locura, venía de vez en cuando y tiraba piedras, decía que la iba a matar, a prender fuego. Ella hizo muchas denuncias, pero la policía nunca hizo nada. Era borracho y paciente psiquiátrico”.
Yamila relató que salió corriendo a buscarla a Karina a lo de su hermana creyendo que quizás estaba allí. “Cuando rompieron la pared del lado derecho escuché que decían que no está Karina, no está, y salí corriendo a buscar a la hermana que vive a cinco cuadras de acá. En el trayecto que yo iba lo encontré al Memo, lo choqué, y me dijo: ‘¿qué pasó, Yamila?’ y yo le dije ‘le prendiste fuego a la casa de la Karina’ a lo que respondió ‘no, yo de acá estoy viendo todo’.”
Méndez vive en el barrio del Palomo, también de la localidad de Merlo. Tan sólo lo divide la vía del tren que pasa a dos cuadras de la casa de Karina, de Parque San Martín. Su casa está a cuatro cuadras cruzando la vía, donde solía pasear. También asistía al comedor de la parroquia del barrio. Uno de los pastores de un templo, llamado Oscar, manifestó: “Decían que era alcohólico y se drogaba, pero él me decía que había ido al médico y que no tenía nada”. El mismo vecino sostuvo que “a él nunca lo vi trabajar. La última vez que los vi discutir le dije a ella que tenía que hacer la denuncia”.
Informe: Laura Guarinoni.
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