Viernes, 5 de diciembre de 2014 | Hoy
Dos especialistas analizan el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce), dado a conocer ayer por Página/12, que evalúa los logros de aprendizaje de alumnos de 3° y 6° de primaria en quince países de América latina y el Caribe.
Alberto Sileoni *
En estos días asistimos a dos trascendentes acontecimientos educativos, que nos permiten afirmar que la política educativa nacional ha tomado el camino correcto: la sanción por unanimidad de ambas Cámaras del Congreso de la obligatoriedad de la sala de 4 años y la exposición de los resultados de las pruebas del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la educación primaria (Terce).
La sanción de la ley nos obliga como sociedad en su conjunto, pero reafirma una vez más el compromiso indelegable del Estado como garante del derecho personal y social de enseñar y aprender. Es el resultado de una recuperada democracia que en los próximos días va a cumplir 31 años ininterrumpidos, y de una sociedad que, por decisión y acción de la política, ha duplicado los años de escolaridad de 7 a 14 años.
La obligatoriedad de la sala de 4 años nos permitirá consolidar el camino que iniciamos en 2003, cuando sólo el 48 por ciento de los niños y niñas de esa edad concurría a la educación inicial; hoy el 82 por ciento está en la escuela. Nuestra Presidenta, el pasado 1º de marzo ante la Asamblea Legislativa, nos propuso ese sueño, que es a la vez un desafío: que todos los niños y niñas de 4 años asistan a la escuela en el Bicentenario de la Independencia; vamos cumpliendo ese sueño.
La presentación de los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la educación primaria (Terce) realizado por la Unesco en quince países de América latina (el estudio anterior era del 2006) muestra resultados y conclusiones que nos alientan a seguir profundizando nuestras acciones.
Evidencia una disminución del coeficiente de Gini, que implica una reducción de la desigualdad relacionada con el nivel de ingresos de la población, y posiciona a nuestro país como el de mayor inversión educativa de la región.
Uno de los resultados más importantes, por su significado, es el 99,5 por ciento de tasa neta de escolarización en el nivel primario, la más alta de la región, y el descenso de las tasas de repitencia (del 6,2 al 4,1 por ciento) y de abandono escolar, que es menor al uno por ciento, siendo el promedio regional de 16,7. No es la primera vez que expresamos que el análisis de los desempeños de nuestros alumnos no puede estar disociado de los datos contextuales, como tasa neta de escolarización, repitencia y abandono de la escuela.
Resulta difícil hablar de infancia si un niño y/o niña está desescolarizado, porque es en ese ámbito y en ningún otro donde adquirirá los saberes, conocimientos y valores que serán insustituibles en la vida democrática. Tenemos una escuela primaria universal e inclusiva; nuestros chicos avanzan en el aprendizaje y en el estudio de Unesco queda claramente expuesto: se observa un tránsito de los niveles de desempeño bajos a medios. En lo que se refiere a éstos existe una mejora en las tres áreas (lengua, matemática y ciencias naturales), en estas dos últimas, significativamente.
En términos cuantitativos, la Argentina supera la media de 500 puntos en todas las áreas evaluadas. Con respecto a los resultados del estudio anterior, los indicadores del Terce muestran en Matemática una mejora del 28 por ciento en 3 y del 17 en 6; y en este último grado también se registra que el nivel subió en un 12 por ciento en Ciencias Naturales. En tanto, en Lengua se observan mejorías del 2 y 3 por ciento, para 3 y 6 grado, respectivamente.
No es nueva nuestra postura: se garantiza calidad o mejora en los aprendizajes con plena inclusión educativa. Sin duda que también los resultados nos invitan a pensar qué políticas debemos desarrollar en el futuro para seguir mejorando los aprendizajes de nuestros niños y jóvenes en las escuelas.
Consideramos a estos logros como activos de nuestra sociedad, de la democracia y de la acción de la política en su conjunto; del esfuerzo y del trabajo de los educadores y de las familias y del cada vez más firme acompañamiento del Estado.
Sostenemos el sueño de que en nuestra patria un niño o una niña de cualquier pueblo o ciudad ingrese cada vez más temprano a una escuela del nivel inicial y tenga sus catorce años de educación obligatoria, en escuelas dignas, aprendiendo saberes necesarios, conviviendo con otros, construyendo todos los días una mejor escuela y una mejor sociedad.
* Ministro de Educación de la Nación.
Margarita Poggi *
El Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) de la educación primaria ha sido coordinado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece) con sede en Orealc/Unesco Santiago, el cual está integrado por los organismos nacionales de evaluación de quince países de América latina y el Caribe.
Para comprender mejor este estudio, cabe destacar algunas de sus características: evalúa logros de aprendizaje de estudiantes de tercero y sexto grado de Educación Primaria en las áreas de Lenguaje, Matemática y Ciencias Naturales; los instrumentos de evaluación se adaptan al contexto social, cultural, económico y educativo de la región; ha realizado un análisis curricular de los países para encontrar elementos comunes entre ellos; su objetivo no es establecer un ranking de países. Además, se considera que el estudio debe resultar una herramienta útil para ampliar las oportunidades educativas de los grupos más desaventajados. Esta evaluación permite también la comparación con el estudio anterior (Serce) en aquellos países que han participado.
En el caso de la Argentina, cabe destacar algunos datos de contexto que los informes de resultados presentan cuando se comparan los años 2006–2012/2013, momentos en los que se desarrollaban, respectivamente, el Serce y el Terce.
En primer lugar, siguiendo la tendencia en la región, se hace referencia a una disminución del coeficiente de Gini en el país, señalando con ello una reducción en la desigualdad vinculada con el nivel de ingresos de la población. En segundo término, en las cuestiones referidas a la inversión en educación, se destaca un aumento en el gasto público sectorial en relación con el PIB (llegando al 6,3 por ciento) y también como porcentaje del presupuesto público (al alcanzar el 15,3).
Con respecto al nivel primario, según fuente UIS-Unesco, cabe destacar que la tasa neta de escolarización alcanza, ya en los últimos veinte años, poco más del 99 por ciento; asimismo, la tasa de repetición desciende del 6,15 por ciento en 2006 al 4,15 en 2011, lo cual resulta alentador respecto del recorrido de los alumnos en el nivel. Si bien aumenta el abandono en poco más de un punto, también cabe considerar que la tasa bruta de ingreso al último grado de educación primaria sube del 100,3 por ciento en 2006 al 109,3 en 2011, y pone con ello en evidencia la incorporación de nuevos alumnos matriculados en este grado.
Si se observa la evolución de la Argentina en los logros de aprendizaje entre el Serce y el Terce, puede destacarse que la diferencia en las puntuaciones medias no se modifica de manera relevante en Lectura de 3º y 6º grado, pero los resultados mejoran de manera significativa en Matemática de 3º y 6º grado, así como en Ciencias Naturales en 6º. La mejora en estos tres casos asciende a 27,9, 17,2 y 12,59 puntos porcentuales, respectivamente.
Aún más relevante, interesa analizar también cómo se distribuyen los puntajes según los niveles de desempeño, los cuales muestran las habilidades y conocimientos que poseen los estudiantes en cada uno de ellos. Se han definido cuatro niveles (del más bajo al más alto, el IV) para cada área y grado. Cuando se analiza la distribución de los estudiantes, se constata, en el caso de la Argentina, que tiende a reducirse el porcentaje de alumnos que obtienen bajos resultados (nivel I y bajo I) y aumenta el porcentaje de aquellos que se ubican en los niveles II y III y, en algunos casos, el IV, especialmente en Matemática. También estos resultados señalan la importancia de profundizar los esfuerzos vinculados con la enseñanza de las habilidades de lectura que la educación primaria debe desarrollar en todos los alumnos.
Cabe a futuro realizar análisis más profundos acerca del Terce, en particular aquellos vinculados con los factores extraescolares y escolares, que permiten explicar los resultados obtenidos por cada país y que dan cuenta de la importancia del clima escolar y del tiempo asignado a la enseñanza, entre otras cuestiones.
* Directora IIPE-Unesco Buenos Aires.
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