Los restos de la adolescente Lola Chomnalez, que apareció asesinada el martes en el balneario uruguayo de Barra de Valizas, fueron inhumados ayer en el Cementerio porteño de la Recoleta. Alrededor de las 13.30 de ayer, el cuerpo de la joven de 15 años fue despedido por familiares, amigos y compañeros de colegio. Al mismo tiempo, la gente que se encontraba en el cementerio por otros motivos se acercó a saludar a los padres de la víctima, Adriana Belmonte y Diego Chomnalez.

Durante el sepelio, se vio muy acongojada a la abuela de Lola, la chef Beatriz Chomnalez, quien al finalizar la ceremonia se retiró del cementerio en un taxi, acompañada por otros familiares. A pedido de la familia, los medios de prensa no pudieron ingresar a la necrópolis y los allegados a la joven prefirieron no hacer declaraciones.

Antes de la inhumación, se realizó una misa muy breve e íntima en la Basílica Nuestra Señora del Pilar, en Junín al 1800, a pocos metros del cementerio. Los restos de Lola llegaron a Buenos Aires ayer por la mañana en barco, desde Montevideo, luego de que la jueza uruguaya Marcela López, en la noche del viernes, autorizara el traslado del cuerpo luego de realizarse la autopsia y de librarse el acta de defunción de la joven.

El féretro fue depositado en una bóveda familiar del Cementerio porteño de la Recoleta.