Durante su gira norteamericana, el papa Francisco tuvo un encuentro reservado con Kim Davis, una funcionaria del condado de Rowan, en Kentucky, que se opuso a cumplir con la nueva ley de matrimonio y casar parejas integradas por personas del mismo sexo. Davis, recientemente, pasó cinco días en prisión por no cumplir con la ley. El encuentro de la mujer con Francisco duró alrededor de hora y media, y tuvo lugar el 24 de septiembre –el día en que Davis, por otra parte, cumplía años– en la sede diplomática que el Vaticano tiene en Washington. La información fue dada a conocer por el Liberty Counsel, una organización integrista que realiza campaña contra la igualdad de derechos civiles para la diversidad sexual (“a favor del matrimonio, en contra de la tiranía”) y alienta la enseñanza de las teorías creacionistas, opuestas a la teoría darwiniana de la evolución. “Francisco me agradeció mi valentía y me pidió ser fuerte”, contó Davis, que acompañó su declaración con fotos de dos rosarios que el jerarca les regaló a ella y su marido, Joe, también presente en el encuentro. El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, señaló en un comunicado oficial: “No niego que el encuentro haya tenido lugar, pero no tengo comentarios que añadir”. En el avión que lo llevó de regreso a Roma, al finalizar la gira norteamericana, el Papa brindó una conferencia de prensa en la que defendió la objeción de conciencia de los empleados públicos en tanto “derecho humano”.