Una mujer de 35 años fue apuñalada en su departamento del barrio porteño de Flores. Por el crimen detuvieron a su pareja, a quien hallaron muy malherido junto a la víctima, por lo que se cree que intentó suicidarse tras cometer el femicidio. El cadáver apareció apuñalado en distintos sectores de su cuerpo. El hombre, un panadero de 53 años, estaba inconsciente y también presentaba heridas cortantes. Ambos convivían junto a sus hijos menores de edad. Precisamente uno de ellos, al ingresar al cuarto de sus padres, se topó con el baño de sangre, y corrió pidiendo auxilio. Acudieron policías de la Federal, que acudió junto al personal del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME). Mientras los forenses constataban el fallecimiento de la mujer, el hombre era trasladado al Hospital Piñero, donde fue intervenido por una profunda herida de degüelle que presuntamente se habría autoinfligido y se encuentra en grave estado.

Tras ser alertados, uniformados de la 38ª se presentaron en un departamento ubicado en Pedernera 65, entre Ramón L. Falcón y la avenida Rivadavia. Allí hallaron a una mujer muerta tras recibir varias puñaladas de parte de su pareja, quien también presentaba graves heridas de arma blanca y en apariencia intentó suicidarse. La mujer trabajaba como empleada de limpieza en un hotel alojamiento porteño. La última vez que se había presentado en el trabajo fue el turno de la noche del sábado, por lo que arribó a su casa cerca de las 8 del domingo, cuando su pareja y sus hijos dormían. Aparentemente en ese momento se originó una discusión por celos entre la mujer y el hombre. Todo indicaría que él la atacó con un cuchillo de cocina y luego intentó quitarse la vida.

El mayor de los hijos se levantó a las 9.30 y encontró a ambos tirados y ensangrentados en el dormitorio matrimonial. Enseguida salió a la calle a pedir auxilio: “Me parece que mi papá mató a mi mamá”, gritaba. Un vecino llamó al 911 y efectivos de la policía arribaron al lugar. Allí hallaron a la mujer muerta y al hombre herido, por lo que convocaron al SAME. Los médicos constataron el fallecimiento de la mujer, mientras que el hombre estaba inconsciente y presentaba una herida de degüelle con importante pérdida de sangre. Trasladado al Hospital Piñero con custodia policial, ayer fue intervenido, ya que tenía comprometida la carótida. Quedó alojado en la sala de cuidados intensivos con pronóstico reservado.