[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La decisión de que el año próximo las clases comiencen los primeros días de marzo (el 1º en Capital, el 8 en la provincia de Buenos Aires), provocó la protesta del titular del Ente Turístico de Mar del Plata, Carlos Patrani. “El adelanto de estas fechas es un problema para los destinos turísticos” y las economías regionales, aseguró el funcionario. Por su parte, la secretaria de Educación metropolitana, Roxana Perazza, retrucó: “Lo mejor que les puede pasar a los argentinos es que los chicos y las chicas estén en las escuelas”. Desde la entidad que nuclea a empresarios del turismo relativizaron la polémica: explicaron que no es bienvenido el cambio pero tampoco lo consideraron un problema mayor.
Patrani señaló que “el comienzo del ciclo lectivo se ha hecho siempre en la segunda quincena de marzo”, advirtió que “las vacaciones no son sólo un momento de placer sino de supervivencia para quienes trabajan en ese período” y reclamó una “mirada abarcativa e integradora de todo esto”.
En respuesta, Perazza aseveró que los 183 días de clases previstos para 2004 significan “una buena cantidad como para reajustar las propuestas en relación con la calidad” y aseveró que “por una semana más o menos no influye en el turismo. Además, no nos podemos atrasar (con el inicio) porque después del 6 de diciembre tenemos trabajos para hacer con los chicos con problemas de aprendizaje”.
El director de Escuelas bonaerenses, Mario Oporto, molesto por los dichos del funcionario marplatense, aseguró que “no se puede nunca conformar a todo el mundo, hay gente que tiene distintos criterios. Pedir que (el comienzo del ciclo lectivo) sea en la segunda quincena de marzo es un abuso, frente a la necesidad de días de clase. La fecha puesta ahora es correcta, sensata, de sentido común. Aplazar las clases después del 8 es un abuso, y adelantarlas es inconveniente”.
Desde el Departamento de Prensa de las Asociaciones Argentinas de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt) relativizaron la discusión y recordaron que el 90 por ciento de quienes vacacionan en marzo no tienen hijos en edad escolar.