Un policía de Salta baleó en el rostro a su pareja, también efectivo de la misma fuerza, y luego se suicidó de un tiro en el pecho. Al llegar al hospital, a la mujer –madre de un niño de un año– se le diagnosticó muerte cerebral. En tanto, en Río Negro, unos desconocidos balearon y vejaron a una joven policía de Viedma, por lo que la fiscalía dispuso allanar una casa y el destacamento en el que trabajaba.

En el paraje Piquirenda de la localidad salteña de Aguaray, el sargento ayudante Pablo Cardozo, de 44 años, discutió con su mujer, la agente Marlene Herrera, de 23. El hombre le disparó a su pareja en el rostro y huyó en su moto, que fue hallada abandonada en Tartagal. Herrera fue derivada al Hospital San Bernardo de Salta, donde los médicos constataron que presenta muerte cerebral. Mientras que Cardozo fue hallado muerto en un descampado junto a las vías del ferrocarril en la localidad de Salvador Mazza, con un disparo a la altura del pecho que él mismo se efectuó.

En tanto en Río Negro, la agente Lucía Poblete, de 26 años, recibió dos balazos, se encuentra internada en el hospital Artémides Zatti, de Viedma, y además “presenta un desgarramiento vaginal provocado por un elemento contundente”. El fiscal Juan Puntel requirió al juzgado federal efectivos para hacer allanamientos en una vivienda y en dos dependencias policiales.