Jueves, 3 de marzo de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › DETIENEN A UN ADOLESCENTE POR EL CRIMEN DE SU MADRE Y SU PADRASTRO
Una pareja fue hallada muerta y en estado de descomposición en una vivienda en Berazategui. Cuando la policía entró halló al hijo de la mujer, de 16 años, jugando jueguitos de computadora. Convivía con los cuerpos desde hace alrededor de cuatro días.
Una pareja fue encontrada baleada en su casa de Berazategui y por el hecho fue detenido el hijo de la mujer, un adolescente de 16 años que permaneció en la vivienda con los cadáveres cuatro días. Cuando los policías entraron al domicilio, el joven les dijo que su padrastro había matado a su madre y luego se había suicidado, pero, a causa de algunas contradicciones en sus dichos, quedó detenido por “homicidio agravado por el vínculo”. A pesar de la inconsistencia de las declaraciones del muchacho y de su detención, la Justicia considera que su versión de los hechos podría ser real y que no dio aviso a la policía porque se encontraba en estado de shock.
Fuentes judiciales relataron que los crímenes fueron cometidos entre el viernes y sábado pasados, pero se conocieron el martes por la noche, cuando una mujer identificada como Mirian Larrosa se acercó a la comisaría 1ª de Berazategui preocupada porque hacía varios días que no veía ni sabía nada de su hijo y de su nuera. Al recibir la denuncia de Larrosa, madre de Gastón Pineda, de 32 años, y suegra de Romina Paladino, de 34 los policías acompañaron a la mujer hasta el domicilio en el que vivía Paladino con su hijo de 16 años. Pineda, por su parte, vivía en el partido bonaerense de San Martín, pero estaba en pareja con Paladino desde hacía unos 8 años y solía pasar los fines de semana con ella. Al llegar al lugar, el adolescente les permitió pasar y los uniformados se sorprendieron primero al sentir un olor nauseabundo y, después, al encontrar los cadáveres de dos personas en avanzado estado de descomposición cubiertos con frazadas.
Un vecino de nombre Marcelo, que ingresó con la policía a la casa en carácter de testigo, relató a la prensa que al entrar fueron recibidos por el adolescente que encerró un perro pitbull en una habitación para que no los atacara. Además, el hombre contó que luego comenzaron a recorrer la vivienda donde había gran cantidad de residuos y estiércol del animal y, soportando un fuerte olor que apenas les permitía respirar, descubrieron en una cocina-comedor el cadáver de la mujer tapado con una frazada. Luego, el testigo dijo que escuchó al chico decir “afuera”, por lo que se dirigieron al patio y encontraron el cuerpo del hombre también tapado y en evidente estado de descomposición.
Respecto al adolescente, el vecino indicó que “estaba como si nada” hubiese ocurrido y que incluso en su habitación aún estaba prendida la consola de videojuegos PlayStation y había una caja de pizzas con un cuchillo que indicaba que había estado comiendo hacía poco tiempo. Al lado del cuerpo de Paladino los policías encontraron tres vainas servidas calibre 45, además de un estuche con otras 40 municiones del mismo calibre, mientras que en otro lugar de la casa encontraron varias armas más, todas legalmente registradas.
Tras el hallazgo de las armas los investigadores consideraron que las víctimas habían muerto baleadas, aunque por el estado en el que se encontraban los cuerpos los peritos presentes en la escena no pudieron identificar heridas y deberá esperarse al resultado de las autopsias para confirmarlo.
Al ser consultado por los uniformados, el joven dijo que el sábado la pareja había mantenido una fuerte discusión, que Pineda tomó un arma de fuego, mató a Paladino y luego se suicidó. Sin embargo, los investigadores continuaron haciéndole preguntas para saber por qué no había avisado a las autoridades, notaron contradicciones y comenzaron a sospechar que mentía.
La policía cree que el hecho ocurrió durante la noche del viernes o durante el sábado debido al estado en el que estaban los cuerpos y a que desde entonces nadie veía a las víctimas. Además, vecinos de la zona dijeron que el viernes por la noche escucharon disparos y una fuerte discusión en la vivienda, en la que se podía oír la voz del adolescente.
Durante los cuatro días que permaneció con los cadáveres, el joven pidió comida a domicilio a una pizzería, recibió la visita de su novia e intentó ocultar lo ocurrido ante la madre de su padrastro, ya que Larrosa dijo a la policía que recibió mensajes de WhatsApp desde el celular de Pineda, pero que sospechó que algo había ocurrido cuando llamó a ese número y lo atendió alguien que se hizo pasar por su hijo.
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