El arzobispo de San Juan, Alfonso Delgado, denunció ante la Justicia al contador y al tesorero del obispado, por el supuesto desvío de fondos de la iglesia provenientes de la limosna que los fieles depositan en las misas, hacia sus cuentas personales.

Según la fiscalía que lidera Ana Lía Larrea, la auditoría realizada entre los últimos días de noviembre y la primera quincena de diciembre del año pasado, se habría detectado un faltante de unos 700 mil pesos, al tiempo que se habría verificado que una suma similar fue depositada en la cuenta del contador del Obispado, Juan Brozina, y del tesorero de apellido Tapia.

El comunicado dice que “una vez que se expidan las autoridades judiciales se podrá conocer el monto del posible perjuicio”.

El episodio “no ha afectado al normal funcionamiento del Arzobispado ni al destino de los fondos de las colectas de la Iglesia que se canalizan a través del Arzobispado”, afirma.

La denuncia recayó en el juzgado del juez Benedicto Correa, quien ordenó allanamientos en los domicilios de los involucrados con resultados negativos, según indicaron en tribunales, especialmente porque la orden de detención de Brozina y Tapia no se pudo concretar porque la policía no los encontró. Los acusados pidieron a través de sus abogados ser eximidos de prisión.