Una mujer de 63 años fue asaltada por tres delincuentes en su casa del barrio porteño de Villa Devoto durante la madrugada de ayer. A punto de escapar con un botín de dinero en efectivo y joyas, un vecino de la cuadra llamó al 911 y la policía llegó al lugar. Valiéndose de señas, la propia mujer avisó a los efectivos que los hombres estaban armados. Rodeados por la policía, los ladrones lograron con sus amenazas llevarse a la mujer como escudo humano en una camioneta 4x4 del yerno de la víctima. Finalmente la liberaron sana y salva en Belgrano. Durante la persecución participaron móviles de cinco comisarías. Los delincuentes están prófugos.

La dueña de la casa de Andrés Vallejos al 3700 fue sorprendida a las 2 de la madrugada en su cuarto mientras dormía. Los ladrones la despertaron en forma violenta, la amenazaron con armas y le aplicaron un culatazo en la frente para que les entregara todos los objetos de valor que tuviera a disposición. “La mujer no sabe cómo entraron a la casa”, dijo más tarde una fuente policial, “pero los delincuentes ya le habían dado vuelta casi todos los cajones y le exigieron más dinero y joyas”, por lo que la víctima les entregó 6 mil pesos y algunas alhajas.

Un vecino que advirtió la presencia de los ladrones activó una alarma instalada en la cuadra y de inmediato varios patrulleros de la comisaría 45ª de la Policía Federal arribaron al lugar. Un jefe policial que participó del operativo dijo que “se aplicó el protocolo típico para una toma de rehenes y se hizo un cerrojo en toda la manzana”. Mientras se aguardaba la llegada de los especialistas del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF), un subcomisario asumió el papel de negociador con los delincuentes. “Los ladrones estaban muy sacados y violentos. Sacaron a la calle a la señora en pijama y le apoyaban el arma en la cabeza. Decían que no se iban a entregar, que iban a matar a la rehén”, contó luego.

Como la casa de la víctima se comunicaba con la de su hija y su marido, los ladrones tomaron la decisión de robar la camioneta Dodge Journey del yerno y huir con ella como cautiva. “Le hicieron abrir el portón a la propia mujer y la subieron a la camioneta. No hubo otra opción que dejarlos salir, tenían los vidrios polarizados y no podíamos hacer ni un disparo. Por protocolo priorizamos la vida de la víctima”, aseguró uno de los jefes del operativo.

Por su parte, Adrián –yerno de la víctima– sostuvo que “los ladrones dijeron a los policías que se vayan” y que “tenían un móvil afuera que les daba soporte”, aunque ninguno de los uniformados llegó a detectarlo. “Eran tres personas, no sé quién les hacía de campana porque se comunicaban por Nextel”, agregó el hombre, y según relató luego su suegra se trataba “de chicos jóvenes, no muy experimentados”.

Una vez que salieron de la casa con la mujer de rehén, la policía inició un seguimiento a distancia con la premisa de no abrir fuego para resguardar a la víctima; pero la camioneta Dodge tomó por avenida General Paz, se marchó a toda velocidad y logró eludir el operativo.

La víctima contó después que uno de sus captores se bajó en el barrio Mitre y que media hora más tarde fue liberada en la esquina de Echeverría y Freire, a metros de la estación ferroviaria de Belgrano R. Según Adrián, su suegra “estaba descalza y en pijamas”, vio pasar a un taxi al que le hizo señas y le pidió que la ayudara. “El taxista le dijo ‘mirá que estoy con gente’, pero la gente dijo ‘ayudemos a la señora’”, aseguró el yerno, hasta que finalmente intervino un policía de la comisaría 37ª que estaba de consigna en la esquina y la llevó a la seccional.

En la persecución y seguimiento participaron móviles de las comisarías 45ª, 47ª, 49ª, 37ª y 35ª. No obstante, la Policía Federal aún no pudo hallar la camioneta negra robada cuya patente es KUS 000, ni localizar a ninguno de los tres autores del asalto, que se mantenían prófugos. La investigación quedó en manos del fiscal en lo Criminal de Instrucción 3, Marcelo Roma.