SOCIEDAD › UN COMBO DE OBESOS CONTRA LA CADENA MCDONALD’S
Big demanda en cajita feliz
En Nueva York, un grupo de adolescentes obesos logró que una corte local admitiera continuar con el caso contra la cadena de hamburgueserías. Temen una avalancha de recursos similares.
Una Corte de Apelaciones de Nueva York abrió el camino a un grupo de adolescentes que quiere demandar a la cadena de comidas rápidas McDonald’s. Lo curioso del caso es que el grupo está compuesto íntegramente por obesos. Según afirman sus abogados, no fueron advertidos de los riesgos que implica para la salud alimentarse “de tres a cinco veces a la semana” en los locales de la corporación. Los abogados, además, aseguran que las estrategias publicitarias empleadas por la empresa son de tipo “agresivo” y no informan del tenor calórico de sus productos. De prosperar el reclamo, podría provocar una avalancha de recursos similares, con el riesgo de asumir pérdidas millonarias para la cadena.
La demanda se originó en 2002, cuando un grupo de jóvenes del condado del Bronx neoyorquino inició acciones contra la empresa de comidas rápidas. Básicamente, el reclamo se centró en apuntar a que no recibieron ninguna advertencia acerca de los peligros que implicaba para la salud consumir sus productos. Entre los problemas de salud que enumeraron, responsabilizaron a la firma de generarles enfermedades coronarias y altos niveles de colesterol, además de incrementar su presión sanguínea.
Las acciones iniciadas en ese momento tuvieron repercusión porque se trató de la primera ocasión en que un tribunal aceptó evaluar una demanda por obesidad contra una empresa vinculada a la industria alimentaria.
Según los denunciantes, alimentarse de manera asidua en los locales de McDonald’s los llevó de manera directa a la obesidad. Y en este sentido, denunciaron la estrategia publicitaria de la empresa como “agresiva”, teniendo en cuenta que el público al que apunta “está constituido centralmente por niños”. En Estados Unidos, donde la mitad de la población adulta es obesa, la acusación adquiere una significación especial.
Por su parte, los representantes legales de McDonald’s decían que de prosperar la iniciativa podría haber cientos de personas que presenten recursos judiciales en el mismo sentido. De todos modos, en septiembre de 2003 el juez Robert Sweet, rememoró su propio apellido y decidió deslindar a la empresa de responsabilidad en el tema del engorde.
Su argumento fue que el reclamo no terminaba de “demostrar de manera suficientemente convincente” que los productos McDonald’s realmente generen un fenómeno de dependencia y que su consumo haya originado problemas de salud a los demandantes.
Ahora, la Corte de Apelaciones del segundo distrito de Nueva York consideró la decisión de Sweet como demasiado dulce y la anuló. El martes, dispuso que la demanda debe ser evaluada porque es digna de “inspección”. Entre el arco de eventuales consecuencias para la corporación se cuenta la posibilidad de pérdidas financieras de consideración, ya que podría convertirse en un caso testigo.
En tanto, McDonald’s emitió un comunicado de prensa en el que dio una explicación, según algunos algo desafortunada: “El sentido común dice que este caso no tiene cabida. La decisión (de la Corte), que es estrictamente formal, no hace sino retrasar la conclusión inevitable de que este caso está vacío”.
El Centro para la Libertad de los Consumidores, a través del abogado John Banhzaf, se manifestó muy esperanzado de que “habrá un juez que nos escuche, y una vez que obtengamos la primera condena las compuertas quedarán abiertas”, auguró.