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Un jardinero que quemó hojas secas en una casa para alquilar, ante la crítica desaprobadora de los vecinos del balneario La Esmerlada, en Uruguay, desató el incendio que terminó consumiendo 5 mil hectáreas del departamento de Rocha. Además del jardinero, fueron detenidas otras tres personas, jardineros también, por no haber reparado en la prolongada sequía que afecta al este del país en la zona lindante con Brasil. La Coronilla fue el último sitio en el que se controló el fuego que pasó por Punta del Diablo y el Parque Santa Teresa, obligando a la evacuación de 14 mil personas según el Ministerio de Defensa y 30 mil de acuerdo a datos de Bomberos. María, vecina de La Coronilla, contó a Página/12 que “si caía una chispa en el pasto seco, al instante ocupaba un radio de cuatro metros”.
En las primeras horas de ayer, el fuego pudo ser controlado por las 400 personas que lo enfrentaban, entre las que trabajaron 84 bomberos brasileños, cuyo país dista 50 kilómetros del incendio que, con vientos de 70 kilómetros por hora, se les acercaba. Los destacamentos policiales de La Coronilla y Punta del Diablo y los responsables de Santa Teresa, lugares afectados por el fuego, dijeron a este diario que quedaban “algunos foquitos”, pero “la parte brava” ya había sido apagada. Es más: los 500 turistas que estaban en el camping de Punta del Diablo volvieron a sus carpas convencidos de que sus vacaciones no se iban a hacer humo.
Se calcula que los “foquitos” acabarán de extinguirse dentro de seis días.
El fuego afectó unas 5 mil hectáreas en su tránsito de 20 kilómetros hacia Brasil. Durante el año, La Coronilla cuenta con 586 habitantes, mientras Punta del Diablo tiene 318. Según el director general de Bomberos de Uruguay, Hugo Romero Gabaston, los evacuados y autoevacuados en estos sitios fueron 30 mil personas. Luego de que el fuego pasara sobre varias “trincheras”, finalmente lo pudo contener la realizada a la entrada de La Coronilla, con tres kilómetros de largo y 300 de ancho.
La falta de lluvias, el intenso calor y los fuertes vientos, sumados a la negligencia de veraneantes y jardineros ya provocaron en Uruguay 1864 incendios forestales desde el 1º de diciembre de 2004 hasta la fecha.