SOCIEDAD
La Argentina ya es el país donde el trueque está más desarrollado
Un estudio determinó el verdadero alcance del sistema. Si sigue creciendo así, a fin de año habrá 7 millones de participantes.
Aún falta discutir qué significa exactamente como indicador. Pero el dato ya está verificado: con cinco mil clubes y 2,5 millones de personas adheridas al sistema, la Argentina es el país con mayor desarrollo del trueque en el mundo. La conclusión pertenece a una investigación del Centro de Estudios Nueva Mayoría, que sistematizó los detalles de un fenómeno que no para de crecer. Tal es el avance, señala el estudio, que si el desarrollo sigue progresando como hasta ahora, a fin de año podría haber siete millones de argentinos involucrados en el intercambio.
La evaluación positiva o negativa depende de cómo se interprete el fenómeno. Si se lo estudia como un emergente de la solidaridad social, es excelente: podría ser el origen de una economía más humanizada. Si se lo circunscribe al aspecto económico, el indicador da cuenta de la gravedad de la crisis. El estudio de Nueva Mayoría lo explica de la siguiente manera: “Si bien el trueque implica un movimiento social solidario, también es una evidencia de la involución en el desarrollo social de la Argentina, que se ha agudizado con la crisis actual”.
La investigación determinó que de los cinco millares de clubes de trueque, 3000 (un 60 por ciento) están en la provincia de Buenos Aires, 900 (18 por ciento) en Santa Fe, 208 (4 por ciento) en Capital, 95 (un 2 por ciento) en Córdoba, 65 (1 por ciento) en Mendoza y 732 (15 por ciento) en el resto del país.
De acuerdo a los datos relevados por el estudio que dirigió Eduardo Ovalles, aunque en el resto del mundo el fenómeno no es desconocido, el desarrollo es sensiblemente inferior, ya que en el Reino Unido existen 400 clubes con 40 mil participantes, en Francia 220 con 30 mil, Australia con 200 y 18.000; mientras que España, Canadá, Estados Unidos, Escocia, Noruega, Finlandia, Bélgica y Honduras, también tienen este tipo de emprendimientos, pero a una escala inferior.
La misma situación se observa –según el informe– en Latinoamérica, ya que Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Colombia, Ecuador, Honduras, El Salvador y México registran nodos de trueque, pero nunca superan el centenar.
“Teniendo en cuenta el número de clubes de trueque y las cifras de gente que está participando de los mismos, la Argentina es el país del mundo donde este fenómeno económico-social tendría mayor magnitud en la actualidad”, continuó la investigación. Además, el estudio de Ovalles explica que “están participando (del trueque) aproximadamente 2,5 millones de personas”, pero avizora que “durante el año en curso, dicha cantidad puede llegar a cuatro millones si el crecimiento sigue siendo progresivo, aunque si la crisis se acrecienta podría alcanzar los siete millones” de adherentes.
Sobre este punto, el estudio detalló el crecimiento geométrico de los nodos –sedes del sistema donde se concreta el intercambio de bienes y servicios–, debido a que tras la fundación del primer club en 1995 en Bernal, en 1996 pasaron a ser 17; en 1997, 40; 83 en 1998; 200 en 1999; 400 en 2000; 1800 en 2001; hasta los 5000 actuales.
Es que el trueque nació en el país hace siete años como una alternativa solidaria al mercado y el sistema formal de la economía, pero creció vertiginosamente de la mano de la crisis, el desempleo y, ahora, del corralito y la falta de efectivo.
La escala de la economía informal que representa el trueque se evidencia en el volumen de “créditos” (la moneda del sistema) que circulan: son unos 50 millones, equivalentes aproximadamente a esa misma cifra en pesos. Pero el desarrollo del intercambio ya no se limita al trueque de pequeños bienes y servicios. Desde hace unos meses, ya es posible comprar un auto usado, irse de vacaciones y hasta comprar una propiedad. La red del sistema puso en marcha una oficina de salvataje para pymes y ya hay varios casos de empresas que lograron evitar el cierre incorporándose al sistema. Varios municipios de diversas provincias también adhirieron a la red y yaaceptan el pago de impuestos con créditos que, devaluación y festival de bonos mediante, se convirtieron en la moneda fuerte del país.