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El caso de una adolescente de 17 años que denunció que quedó embarazada como consecuencia de una violación causó una gran conmoción en Tierra del Fuego. El padre de la chica anunció que solicitará en la Justicia la autorización para que su hija se realice un aborto. En esa provincia no se registraría un pedido similar. “Lo primero que queremos es el aborto, sí o sí. No quiero que vengan con burocracia ni nada. Cueste lo que cueste, así tengamos que llevar el caso a la Corte Suprema, pero este embarazo debe interrumpirse ya”, consideró el padre en los tribunales de Río Grande, donde la joven –que ya cursa el tercer mes de gestación– se presentó ayer a declarar en el marco de la causa por violación.
La adolescente acusó a un hombre de 35 años de ser el autor de la violación. El hombre sería vecino suyo, en el barrio Chacra II de Río Grande, en las afueras de esa ciudad. La chica denunció que fue a su casa para vender unos tejidos. Las prendas eran para la esposa, pero como ella no se encontraba la recibió su marido, quien estaba solo y la hizo entrar, tras lo cual la violó y amenazó de muerte si contaba lo sucedido, según relató en la Justicia.
La joven quedó atemorizada y no dijo nada, contaron sus padres. Pero el domingo último se descompensó y fue trasladada al hospital de Río Grande, donde se determinó que tenía un embarazo de tres meses. Entonces la adolescente contó lo ocurrido y sus padres la llevaron a realizar la denuncia. Ayer la joven declaró ante el juez casi dos horas y media.
“La idea del aborto surgió de la nena, mi señora y yo la apoyamos. Nosotros somos católicos, apoyamos la vida, pero no en estas condiciones. Así que los tres estamos de acuerdo, porque si ella hubiese querido tenerlo, bueno, pero ella no quiere saber nada”, agregó el padre de la adolescente en declaraciones a Resumen Policial, un medio electrónico local. El acusado vive a dos casas de la chica, pero habría desaparecido del barrio en las últimas horas.
Todavía no se presentó el pedido de autorización para el aborto. El Código Penal establece en el artículo 86º inciso 2º que el aborto practicado por un médico diplomado no es punible “si el embarazo proviene de una violación o un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”. Las interpretaciones más conservadoras consideran que sólo atañe a casos de violación de mujeres con problemas mentales. Pero otra serie de expertos lo entiende para cualquier caso de violación.