SOCIEDAD
Las prescripciones contra el sacerdocio de los gays
El Vaticano prohibirá que se consagren curas a los homosexuales que lo declaren públicamente o que sientan una “atracción invencible” hacia el mismo sexo. Los detalles del documento.
El papa Josef Ratzinger advirtió que las “instrucciones sobre una selección cuidadosa y entrenamiento de candidatos para los estados de perfección y órdenes sagradas”, sancionadas en 1961, quedaron viejas. Por ello, en noviembre presentará una actualización de este documento en el que pone énfasis en el combate a la homosexualidad manifiesta de los sacerdotes. Las nuevas prescripciones, cuyos detalles se conocieron ayer, indican que no podrá ser sacerdote “quien declare públicamente su propia inclinación homosexual” y quien tenga hacia ella “una atracción invencible”.
Luigi Accatoli, vaticanista del diario italiano Corriere della Sera, sostuvo en un artículo publicado ayer que Benedicto XVI aprobó recientemente esas normas, cuya difusión oficial está prevista para principios del mes próximo. Se trata de un conjunto de reglas expuestas en un documento de dieciséis páginas firmado por el cardenal polaco Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica. El texto, entre otras cuestiones, establece que serán excluidos del sacerdocio los candidatos que hayan mantenido relaciones homosexuales durante los últimos tres años de su formación religiosa. Lo que no se dice es cómo se comprobará este trienio de pureza. El Vaticano reconoció que en los claustros “hay un ambiente especial al vivir rodeados por hombres”.
El vade retro está dirigido a “quien revele una atracción invencible, aunque sólo sea intelectual, por la homosexualidad, bien en privado, con lecturas, películas, Internet y cosas similares”. Los que oculten su inclinación podrán servir a Dios, ya que queda de lado “quien declare públicamente” su simpatía por ellos, “aunque sólo sea participando en reuniones o frecuentando clubes de orientación gay”, indicaron desde la Iglesia.
Las instrucciones de 1961 alertaban que era mejor dejar de lado a los aspirantes con “inclinaciones perversas hacia la homosexualidad o pederastía”. La versión 2005 sostiene los mismos argumentos desde un lenguaje acorde con los recientes conocimientos médico-psicológicos acerca de la homosexualidad. Para ello, participaron de su redacción profesionales de la Facultad de Psicología de la Universidad Gregoriana de Roma. Las modernas instrucciones también consideran los últimos escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Accatoli recordó que en Estados Unidos el 80 por ciento de los abusos se refería a relaciones homosexuales y citó un informe del Episcopado de Estados Unidos según el que existen “muchos sacerdotes excelentes de orientación homosexual que viven una vida célibe y casta”. El mismo informe, no obstante, reclamaba una “selección, formación y supervisión más cuidadosa” de los candidatos al sacerdocio para potenciar su capacidad de vivir de manera “madura” esa inclinación.
También el semanario Panorama anunció en su edición de ayer la aprobación del nuevo documento, para el que se han requerido “más de diez años de preparación”, afirmó. La revista aseguró que el Papa lo aprobó durante su estancia en la residencia veraniega de Castel Gandolfo, pero “para hacerlo público pidió esperar algunas semanas”.
César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), evaluó que en vez de enfrentar a los gays, “el Vaticano tiene que enfrentar su propia homofobia y sobre todo a sus propios violadores”. El texto católico es revisado por un psicólogo “de fama mundial” para que prepare un comentario desde el punto de vista científico.