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Las olas y el viento no son suficientes para garantizar una buena temporada. Por lo menos en este año de corralito y devaluación, las localidades preferidas para pasar las vacaciones están menos llenas –o más vacías, según como se mire la copa del turismo– de viajeros. Ante esta situación crítica, los intendentes de varios municipios veraniegos le solicitarán al gobierno provincial que declare la “emergencia turística”.
Los jefes comunales se autoconvocaron para el próximo viernes a fin de discutir el pedido concreto que le harán a las autoridades. La idea es pedir a la administración de Felipe Sola que disponga medidas de ayuda especial ante la crisis, luego de declarar a la provincia en “emergencia turística”.
Mar del Plata es un claro ejemplo de la gravedad del tema. Entre el 31 de diciembre y el 4 de enero ingresaron 70.889 turistas a la ciudad, pero en el fin de semana de Reyes llegaron 89.927. Estos datos podrían marcar una tendencia a minivacaciones de apenas dos días, aprovechando sábado y domingo.
Además, a esta altura del mes la ocupación de los hoteles marplatenses ronda el 30 a 40 por ciento, aunque los de mayor categoría –cuatro y cinco estrellas– tienen el 60 por ciento de sus plazas ocupadas. Los ómnibus llegan a la terminal de “La Feliz” con varios lugares disponibles y sin que sea necesario agregar servicios adicionales, como en otras temporadas. Los trenes, por su parte, cargan al máximo sus vagones de clase turista y tienen huecos en pullman y superpullman.