Cuando el estruendo del encuentro de los metales ya se había acallado, la campanilla de un paso a nivel de la localidad de San Miguel y las luces rojas insistían con el aviso de la llegada de un tren. El alerta había perdido todo sentido. Ya eran seis los fallecidos y 16 los heridos después de que un tren de la ex línea General San Martín pasó y arrolló a un colectivo que, según fuentes policiales y algunos testigos, había cruzado con la barrera baja. El accidente ocurrió ayer por la mañana. Por la noche, los heridos –tres de ellos graves– seguían internados.

La formación que había salido de la estación de Retiro y se dirigía a la localidad de José C. Paz arribó alrededor de las 11 al cruce de las vías con la calle Irigoin al 1600, a la altura del Hospital Larcade y a unas ocho cuadras de la estación del ferrocarril, en San Miguel, al oeste del Gran Buenos Aires. En el mismo momento, pasaba por ese lugar un colectivo de la línea local 440, el interno 49, que debía finalizar su recorrido en el barrio Escolar 20. “La máquina del tren impactó justo en el medio del colectivo”, explicó una fuente policial.

Como consecuencia del choque, el micro con unos 25 pasajeros fue arrastrado por unos 200 metros, para quedar volcado sobre las vías. Seis de sus ocupantes murieron, cuatro –dos hombres, de 36 y 73 años, y dos mujeres, de 30 y 70– en el lugar de la colisión; un hombre, de 32, cuando era trasladado en una ambulancia con heridas de gravedad; y un bebé de cuatro meses en el Hospital Larcade.

De los 16 heridos –entre ellos tres nenas de 6, 8 y 10 años y dos varones de 4 y 9–, tres resultaron con heridas críticas y ayer permanecían internados en “estado reservado”. Por su parte, los trece restantes presentaban diversos politraumatismos. Todos fueron derivados a distintos centros de salud de la zona: ocho fueron llevados al Hospital Larcade de San Miguel, siete fueron asistidos en el Polo Sanitario del partido de Malvinas Argentinas y uno en el Hospital Mercante de José C. Paz.

Aunque las causas del accidente aún estaban siendo investigadas por la Fiscalía Nº 4 del departamento judicial de San Martín, fuentes de la comisaría 1º de San Miguel señalaron que el chofer del colectivo cruzó con la barrera automática baja. Los investigadores sospechan que la embestida se produjo a raíz de una maniobra imprudente del colectivero, ya que varios testigos, algunos de ellos pasajeros, aseguraron que al momento del hecho la barrera estaba cerrada. Incluso un joven que iba a bordo del colectivo indicó que los pasajeros le advirtieron al conductor que no pasara porque la barrera estaba baja y el tren muy cerca. Mientras que el maquinista de la locomotora 6617 declaró que no advirtió que el ómnibus estaba cruzando, por lo que no pudo detener la marcha a tiempo.

Según indicaron los bomberos, que junto a la policía y Defensa Civil participaron de las tareas de auxilio a las víctimas, no se registraban denuncias por mal funcionamiento de la barrera. Sin embargo, las mismas fuentes destacaron que se trata de un cruce en el que los accidentes “lamentablemente ocurren con frecuencia”.

Alrededor de los restos del colectivo, con su frente totalmente destrozado, quedaron pedazos de metal y de vidrio desperdigados sobre el pasto. A la zona empezaron a acercarse los curiosos que miraban el resultado del choque desde los laberintos rojos y blancos del vallado de seguridad. Los gruesos postes que dificultan el cruce de la vía a los peatones quedaron retorcidos, arrasados por el vehículo. Las barreras de madera se mostraban quebradas y astilladas, al lado de las luces rojas que no cejaban en sus destellos y de las campanillas imposibles de silenciar.