SOCIEDAD › ANMAT DENUNCIARA EL USO DE PRODUCTOS PROHIBIDOS

Con el formol a Tribunales

El organismo fiscalizador presentará a los fiscales la denuncia por el uso de una sustancia no autorizada para el alisado de pelo, tal como reveló ayer Página/12. Consultas de decenas de peluqueros.

La Anmat denunciará ante la Justicia la presencia de productos para planchar el pelo con efectos tóxicos, cuya fórmula, que incluye formol, no está autorizada por ese organismo fiscalizador. La aplicación de estos productos en peluquerías fue revelada ayer por Página/12. Durante toda la jornada, decenas de peluqueros efectuaron consultas en ese organismo y acercaron muestras de los productos que venían utilizando. En la práctica, los preparados inocuos se reconocen porque, a diferencia de los que tienen formol, requieren un enjuague posterior; en todo caso, la clienta tiene derecho a exigir al profesional que le muestre el envase del producto que utiliza. Como todos los cosméticos, los productos para planchar el pelo deben incluir en su etiquetado el número de resolución de Anmat por la cual se autoriza su venta.

“Vamos a denunciar formalmente la existencia de productos para el ‘planchado’ del pelo que circulan en forma ilegal”, anunció Manuel Limeres, titular de la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat). La presentación se efectuará ante la fiscalía a cargo de Adrián Giménez y Marcelo Munilla Lacasa, especializada en irregularidades vinculadas con medicamentos.

Mónica Bobi, desde el área de Cosmetología de Anmat, señaló que “durante todo el día hemos recibido consultas, especialmente de peluqueros que en muchos casos nos acercaron los productos que utilizan, para que verifiquemos su composición”. La especialista aclaró que “son productos de venta a profesionales; hemos investigado en perfumerías y, en principio, no hemos detectado que se vendan directamente al público”.

Los productos que los peluqueros preocupados acercaron a la Anmat “no incluyen en sus rótulos la autorización correspondiente ni los datos del fabricante”, señaló la doctora Bobi.

Ayer, Página/12 dio a conocer que el planchado de pelo “brasileño”, ofrecido en distintos salones de belleza, contiene formol, sustancia no permitida para este uso por sus efectos tóxicos. La normativa argentina –al igual que la brasileña– no autoriza el empleo de formol para este fin. Tal como en Brasil, aquí su uso se permite, en muy baja concentración (0,2 por ciento), como conservante para cosméticos; en concentración aún más baja (0,1 por ciento), se lo usa en productos para la higiene bucal; se admite una concentración de hasta el 5 por ciento sólo para su uso como endurecedor de uñas.

Los productos que sí están autorizados para el planchado de pelo contienen sales del ácido tioglicólico. La clienta o el cliente de peluquería pueden distinguir estos productos de los que se basan en el formol, ya que la técnica de aplicación es diferente en cada caso. Los basados en ácido tioglicólico requieren un enjuague, ya que deben ser neutralizados mediante un agente específico. En los basados en formol, no debe enjuagarse, y la aplicación se efectúa mecha por mecha de pelo, mientras se lo alisa con cepillo bajo exposición al calor. Además, el formol tiene un olor fuerte e irritante.

Pero, además, el cliente puede exigir que el peluquero le muestre el envase del producto que utiliza, y en éste debe figurar la autorización de la Anmat. “En todos los productos cosméticos, el rótulo debe incluir el número de legajo del establecimiento elaborador, y el número de resolución por la que el producto fue aprobado”, advirtió la doctora Bobi. Este recaudo vale “para todos los productos comercializados a nivel nacional, y en particular para los que se expenden en la ciudad de Buenos Aires. Los que sólo se comercializan en determinada provincia responden a la normativa provincial”.

El “planchado brasileño”, también conocido como “brushing progresivo lissé”, llegó al país el año pasado y sus mismas usuarias lo fueron difundiendo: en una sola aplicación, el pelo queda lacio y con un brillo y sedosidad que no logra igualar ninguno de los productos autorizados. La contrapartida son los efectos perjudiciales del formol: “cuadros alérgicos, irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo, dermatitis”, según la enumeración de la Anmat. El formol es considerado “cancerígeno” por la OMS.

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Decenas de peluqueros consultaron en Anmat y acercaron muestras de los productos que utilizan.
 
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