Después de la muerte de su esposo, una viuda recurrió a la Anses para solicitar la pensión que le correspondía. Todo corrió por la vía prevista hasta que otra mujer se presentó ante el organismo pidiendo el mismo beneficio: se trataba de su ex mujer. Lo hacía amparada en un acuerdo que había firmado al divorciarse y por el que el ex marido se comprometía a pagarle una suma mensual para cubrir sus necesidades. Como la viuda no resignaba su pensión, que la Anses había dividido en dos, presentó una demanda. La ex esposa también reclamó ante la Justicia. La Corte Suprema le dio la razón a esta última. Ahora, ambas deberán compartir la pensión que les dejó el ecuánime marido.

La viuda es Adriana Parets de Dominianni y estaba casada con José Paulino Dominianni. El hombre se había separado de Blanca Naccarato en 1991 y habían firmado un acuerdo homologado judicialmente para seguir entregándole una suma mensual de dinero. Fue en virtud de ese compromiso que reclamó la pensión también pretendida por Parets.

Ante el pedido de Naccarato y la decisión salomónica de la Anses, Parets inició una demanda que fue rechazada en primera instancia y luego por la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social, que reconocía la validez del acuerdo que se había celebrado junto al divorcio. Pero la señora no se resignó e interpuso un recurso extraordinario que llegó hasta la Corte.

Finalmente el alto tribunal se expresó. Con una mayoría de seis jueces contra dos, decidió revocar parcialmente la sentencia anterior y reconoció a Naccarato –quien se había divorciado de Dominianni– el derecho a recibir una cuota parte de la pensión, que “debería calcularse según la proporción de los alimentos oportunamente pactados y homologados judicialmente”. La Corte argumentó con un fallo anterior, en el que consideró que para reconocer un beneficio de naturaleza previsional no corresponde determinar si puede llamarse viuda a la sobreviviente de un matrimonio que se encontraba disuelto por divorcio al morir el cónyuge.