SOCIEDAD › SU MUJER PAGO 2500 PESOS Y FUE LIBERADO
Un penitenciario secuestrado
Oscar Piñero iba con su auto por una calle de Banfield cuando fue sorprendido por tres hombres armados que subieron al vehículo y se lo llevaron secuestrado. Un rato más tarde, después de que su mujer pagara 2500 pesos de rescate, fue liberado en Lanús y los delincuentes se fugaron en su auto. Aunque Piñero es agente del Servicio Penitenciario Federal, el hecho no tiene relación con su trabajo: es tan sólo un caso más de la seguidilla express de secuestros.
Cerca de las 22 del jueves, Oscar Piñero transitaba en su Peugeot 206 por una calle de barrio de clase media de Banfield cuando tres hombres armados –de entre 25 y 27 años– irrumpieron en el auto y tomaron cautivo al agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Luego decidieron llamar por teléfono a la esposa de Piñero y le exigieron el pago de 2500 pesos para liberar a su marido sano y salvo.
Entonces, la mujer decidió dar aviso a la comisaría 2 de Lomas de Zamora que dispuso un operativo para seguir de cerca la entrega del dinero, pero sin intervenir hasta que la víctima no estuviera fuera de peligro. Así fue como se pactó el contacto en la esquina de Caaguazú y Lynch, de Lanús, hasta donde se dirigió la mujer con la suma requerida.
Una vez que efectuó el pago, los delincuentes soltaron al efectivo penitenciario y se fugaron con su vehículo. Recién en aquel momento la policía –que estaba monitoreando la entrega del dinero– comenzó a intervenir. Siguiendo el rastro de los ladrones, pudo encontrar más tarde al Peugeot 206 abandonado cerca del lugar de la liberación, ya que los secuestradores habían continuado la huida a bordo de un Ford Ka.
Más tarde, los policías hallaron este último vehículo en las calles Nahuel Huapi y Lynch, de Villa Galicia, donde los tres jóvenes continuaron a pie con el escape y se internaron a través de los pasillos de una villa de emergencia. Aunque los efectivos organizaron un rastrillaje por el interior del asentamiento, no lograron detenerlos.
El juez federal de Lomas de Zamora Carlos Ferreira Pella tomó intervención en el caso, al que caratuló como “privación ilegítima de la libertad”. Si bien la víctima se desempeña en el Servicio Penitenciario se descartó que el secuestro –que duró entre 30 y 40 minutos– tuviera que ver con sus funciones, sino que se cree que los delincuentes lo eligieron “al voleo”, sencillamente por el auto que conducía.