Desde que rige la prohibición de fumar en bares y restaurantes en la ciudad de Buenos Aires, algunos propietarios de locales gastronómicos instalan mesas en las veredas. Pero el gobierno porteño advirtió ayer que los establecimientos deberán gestionar los permisos correspondientes, según está previsto en el Código de Planeamiento Urbano, que regula la ocupación de espacios públicos.

La medida, que rige desde el 1º de octubre, hizo que la clientela de lugares sin zonas habilitadas para fumadores disminuyera hasta en un 50 por ciento, aseguran algunos propietarios. Para tratar de compensar las pérdidas económicas, las veredas están siendo pobladas por mesas y sillas.

Esta mañana se sumaron a esa modalidad bares tradicionales de la avenida Corrientes, como La Paz y Ramos, cuyos responsables justificaron la medida en la necesidad de recuperarse de las pérdidas que vienen sufriendo.

Miguel Míguenz, el gerente de La Paz, dijo que recurrió a la colocación de mesas en la acera “porque estamos perdiendo muchos clientes, y es la única forma de mantener el negocio”. El encargado afirmó que, desde que rige la prohibición, su clientela se redujo a “un 30 por ciento”.

Pero fuentes del Ministerio de Gobierno, a cargo de expedir los permisos, advirtieron que los propietarios de los locales deberán cumplir “el trámite administrativo previsto en el Código de Planeamiento Urbano” que permite ocupar espacios públicos “según la ubicación del local y el tamaño del mismo, entre otros puntos”. El gobierno porteño aclaró que para acceder al permiso “lo primero es verificar que el local se encuentre habilitado, y después, entre otros puntos, se contempla cuántas mesas y sillas puede disponer en el exterior”.