Uuuh, la policía. Me hacen parar. Los vi, unos kilómetros atrás, pero como no me pararon enseguida pensé que había zafado... Ahí viene el agente, que ya se bajó de la moto. Ahora bajo la ventanilla y seguro me encaja una multa. A ver... Buen día, oficial. ¿Hice algo mal? Buen día. Según el radar iba a más de 100, y en este sector la máxima es de 60. Si esta secuencia imaginaria ocurriera en la provincia de Buenos Aires, sólo conllevaría una reprimenda policial al conductor, en lugar de la multa. Es que ayer comenzó a regir en ese territorio la utilización de tacógrafos manuales para la detección de excesos de velocidad, pero sólo con fines preventivos. En el debut de los radares, un accidente en la ruta 11 provocó tres muertes en Mar de Ajó.

A partir de la publicación ayer del decreto del gobernador Felipe Solá en el Boletín Oficial, la policía de Seguridad Vial bonaerense está facultada para utilizar los radares. Aunque la manera de usarlos será, al menos, novedosa. Una vez comprobada la falta, podrá detener al vehículo infractor con el fin de ponerlo al tanto de su falta y recomendarle que respete las medidas viales.

El director general de Seguridad Vial bonaerense, Gastón Pérez, afirmó al respecto que “no es una medida recaudatoria, sino preventiva y de aleccionamiento a los infractores en las rutas”. Según el texto del decreto que entró en vigencia ayer, tiene como objetivo “desarrollar una campaña educativa, de concientización, para la prevención de los accidentes en ruta y disuasión de las faltas por exceso de velocidad”.

De todas maneras, la policía ya estaba utilizando los radares manuales desde el 2 de enero, aunque según el Ministerio de Seguridad provincial, sólo de forma experimental. A partir de ahora, los artefactos comenzarán a incluirse de manera masiva en los operativos, y el ojo que tienen en su parte delantera se posará fugazmente en cuanto auto aparente violar los límites.

Solá declaró la “emergencia vial” en la provincia de Buenos Aires el 19 de enero, ante “la gravedad de los siniestros de tránsito” registrados en lo que va del año en territorio bonaerense. Lo hizo a través de un decreto que tiene como medida más resonante la vuelta de los tacógrafos –suspendidos hace una década–, pero que también incluye la modificación del Código de Tránsito. Con el decreto, la administración bonaerense buscó la aplicación de medidas inmediatas, mientras espera que sea tratado en la Legislatura el proyecto que envió en el mismo sentido.

La medida no debutó nada bien, ya que un violento choque entre un ómnibus y un automóvil dejó como consecuencia tres personas muertas en uno de los accesos a Mar de Ajó. La colisión ocurrió alrededor de las 6.50 en la ruta 11, cuando según voceros policiales el auto, un Fiat Uno, le pegó de frente a un micro que intentaba ingresar a la ciudad balnearia. El conductor, de 21 años, y sus dos acompañantes, chicas de 17, murieron en el acto.

No sólo en la 11 hubo problemas. La 2 brindó una escena cinematográfica cuando un camión que transportaba diez automóviles volcó durante la mañana, a la altura de la ciudad de Coronel Vidal, sin que se produjeran víctimas. El vehículo de gran porte y su carga quedaron atravesados en la calzada, lo que produjo demoras. El tránsito que viajaba en sentido hacia Mar del Plata debió ser desviado hacia la banquina.