El domingo en Villa Urquiza era especial. El almuerzo en familia, y después a disfrutar de la tarde. La cita de todo el barrio era en el cine teatro 25 de Mayo. Esta costumbre se perdió cuando hace más de dos décadas se dio la última función. Recobrar ese espacio es un sueño añorado por la organización barrial Vecinos por el 25 de Mayo. El gobierno porteño compró el edificio y comenzó hace dos años las refacciones. Sin embargo, las demoras en la ejecución de las obras dilataron la ansiada reapertura, pero no las fuerzas de los vecinos para seguir reclamando. Desde la Dirección de Infraestructura aseguraron que el complejo abrirá sus puertas en octubre. La promesa es poco creíble para los vecinos que, luego de una visita por el lugar, consideran inviable que esté todo listo para ese mes.

Mónica Dittmar, arquitecta y vecina de Villa Urquiza desde hace más de veinte años, fue uno de los integrantes de la agrupación que participó de la última recorrida por el edificio conocido como Petit Colón, por su similitud arquitectónica con el coliseo porteño. “Faltan muchos trabajos todavía, como, por ejemplo, la instalación del aire acondicionado, el tapizado, la colocación de butacas, los cortinados”, enumeró la vecina.

La pregunta recurrente en la recorrida fue cuándo se inaugura el complejo. Avalo Arrese, director general de Infraestructura, dependiente del Ministerio de Cultura, fue el encargado de responder. “Hay demoras en algunas cosas, pero para los primeros días de octubre estará inaugurado”, aseguró. Según detalló el funcionario, los esfuerzos hoy están puestos en la restauración de la fachada, en la instalación del equipo contra incendio y ascensores.

La lucha de los vecinos por recuperar este espacio cultural obtuvo una respuesta en 2004, cuando la gestión encabezada por Aníbal Ibarra compró el predio a su dueño, el empresario inmobiliario Rubén Keushgerian. Con la escritura en mano, vecinos y funcionarios porteños idearon un proyecto para convertir el cine teatro en un complejo cultural. La iniciativa comprendía la construcción de dos salas, reformas en el teatro y la restauración de la fachada del edificio. Las obras comenzaron en diciembre de 2005 y tenían prevista su finalización, según cálculos oficiales, para mediados de 2006. Representó una inversión total de 15 millones de pesos.

Hoy los vecinos que se siguen movilizando y participando en el control y seguimiento de la obra no creen en los pronósticos y anuncios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. “En su momento, las demoras en las obras fueron por la destitución de Ibarra, luego por un accidente en el que murió uno de los obreros, hoy parece que es el resultado electoral”, se quejó Jorge Mercado, vecino y miembro de la agrupación. “Queremos tener una certeza para comenzar a consensuar las actividades de reinauguración del cine”, explicó.

Una de los causas de las demoras fue no tener acceso por la entrada de la calle Avalos. Los vecinos reclamaron una vez más a la Legislatura que aprobara el proyecto de expropiación del terreno ubicado en Avalos 2141, que antiguamente era salida de emergencia y entrada de artistas y de los colegios para los actos escolares.

Los materiales, el personal y herramientas ingresaron todo este tiempo por la puerta de ingreso ubicada sobre Triunvirato, lo que obligó a los encargados de la obra a proteger pisos, escenario y fachada del edificio. “Con esa salida habilitada se hubieran disminuido los costos y el tiempo de ejecución de la obra”, sostuvo Dittmar. Este reclamo fue respaldado por Arrese, quien aseguró que “sería ventajoso desde el punto de vista funcional y permitiría encarar obras en el futuro”.

El 2 de octubre es la fecha que tienen pensada los vecinos para abrir nuevamente las puertas del complejo cultural. Ese día se cumple el aniversario del barrio que vio nacer y morir al cine teatro, donde actuaron figuras como Carlos Gardel y Edmundo Rivero. En poco tiempo, si las promesas del gobierno porteño se cumplen, asistirán a su renacer.

Informe: Elisabet Contrera