Familiares de la princesa Diana recordaron ayer en Londres el décimo aniversario de su muerte con una ceremonia religiosa encabezada por sus hijos William y Henry, mientras que cientos de admiradores dejaron flores, fotos y poemas en su ex residencia y en el lugar de su muerte, en París. “Para nosotros, tan sólo dos hijos cariñosos, ella fue simplemente la mejor madre del mundo. Hoy queremos recordarla como ella hubiera querido”, dijo Henry, su hijo menor, de 22 años. Como estaba previsto, no concurrió a la ceremonia la actual esposa del príncipe Carlos, Camilla Parker Bowles.