Cuatro albañiles que trabajaban en una fosa de tierra blanda en la obra de un edificio fueron atrapados ayer a la tarde por un derrumbe que provocó la muerte de uno de ellos, en tanto que los demás fueron internados en los hospitales Pirovano y Fernández. Los obreros trabajaban en los cimientos de un edificio de 21 metros en la zona de Belgrano, en la calle Virrey Arredondo al 2400, cuando el sorpresivo derrumbe los enterró bajo una montaña de escombros y tierra. La posibilidad de que se produjeran nuevos desprendimientos de tierra dificultó el trabajo de rescate de los bomberos y los médicos, que finalmente pudieran sacar a los trabajadores, de entre 25 y 37 años, pero uno de ellos ya había sufrido un paro cardiorrespiratorio y se encontraba en grave estado. Sus tres compañeros presentaban politraumatismos.

Alberto Crescenti, titular del Servicio de Asistencia Médica de Emergencia (SAME), informó que el fallecimiento del obrero ocurrió a las 19.20, minutos después de llegar en grave estado al Hospital Fernández, donde fue reanimado por causa de un paro cardiorrespiratorio. Otros dos trabajadores permanecían anoche internados en el Hospital Pirovano y el restante en el Fernández, adonde debieron ser derivados con politraumatismos por personal del SAME.

Por su parte, la Guardia de Auxilio porteña informó que el accidente se produjo ayer a las 18.00, en una obra proyectada para un edificio de 21 metros en Virrey Arredondo 2424/32, en la zona norte de la ciudad. Voceros de Defensa Civil local informaron a su vez que la obra, sobre un terreno de 9 metros de frente por 20 de fondo, está aprobada y tiene la habilitación correspondiente del Gobierno de la Ciudad.

Según estas fuentes, el proyecto edilicio cuenta con “permiso de demolición y obra de 2007” y está a cargo del estudio de arquitectura “EssesNaistat, de Gustavo Esses, matrícula 18472, y Ariel Naistat, 15.311, del Colegio Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU)”. Fuentes sindicales mencionadas por las agencias de noticias afirman que la Uocra había denunciado el viernes esta obra porque “no tenía las condiciones de seguridad requeridas”. Tras la catástrofe, el gobierno porteño dispuso anoche el vallado de la obra para realizar las pericias de rigor y determinar las causas del derrumbe, labrar actas y colocar una faja de clausura “por cuestiones de seguridad”.

Las asociaciones de vecinos han denunciado en varias oportunidades que, como consecuencia del boom inmobiliario, se construyen decenas de edificios y torres en varios barrios y no ha sido ésta la primera vez que se derrumba una obra en construcción.

El último 13 de abril, la medianera de una obra en construcción se derrumbó en el barrio porteño de Parque Chacabuco, donde seis familias resultados afectadas y debieron abandonar sus hogares, aunque sin provocar víctimas ni heridos. Otros cuatro derrumbes se produjeron en marzo pasado en la ciudad de Buenos Aires, todos por problemas en obras de construcción, tras un temporal de lluvia. El más grave de ellos ocurrió el 27 de marzo, a las 6.30, cuando se desplomó la medianera de Pedro Goyena al 1600 y una familia despertó con parte de su vivienda y sus pertenencias dentro del hueco de una excavación, de unos siete metros de profundidad. El sereno de la obra, con una pierna fracturada, y Carlos Vannoni, de 50 años, el padre de la familia de la casa derrumbada, con contusiones múltiples, fueron rescatados de entre los escombros.