Una organización de falsificadores de ropa deportiva fue desarticulada hoy en el partido bonaerense de Esteban Echeverría, tras la detención de 20 personas y el secuestro de mercadería por un valor estimado en un millón de dólares. Los arrestos y la incautación de prendas se produjo tras varios procedimientos realizados en la localidad de Monte Grande y alrededores, realizados por efectivos de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal.

Fuentes de la causa revelaron que fueron detenidas veinte personas de ambos sexos, la mayoría de origen boliviano, tras la orden emitida por el juez federal Nº 2 de Lomas de Zamora, Carlos Ferreiro Pella. En los talleres clandestinos allanados trabajaban ciudadanos de ese país residentes en Argentina en condición de ilegales.

La policía incautó unas 100 mil prendas terminadas y con marcas falsificadas como Nike y Lacoste, entre otras, 50 rollos de tela, 25 máquinas de coser, dos bordadoras computarizadas y vehículos para el traslado de la mercadería, que se vendía en ferias de Capital y el Gran Buenos Aires. La investigación demandó alrededor de siete meses de trabajo el caso.

Los allanamientos se realizaron entre la madrugada y el mediodía de ayer, uno en un taller de Monte Grande, otro en calle Guaminí al 5800 y el tercero en Monti al 2000. Allí se incautaron unas 100 mil prendas terminadas y 50 rollos de tela por un precio estimado en el mercado de más de tres millones de pesos.

Los detenidos fueron trasladados a la alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales, en el barrio porteño de Villa Lugano, y quedaron imputados de infringir la Ley 22.362, de marcas.

Los operativos fueron cuestionados por el titular de la Unión de Trabajadores Costureros, Gustavo Vera, uno de los referentes de la lucha contra el trabajo clandestino y la explotación de inmigrantes indocumentados, quien advirtió sobre “la inusual celeridad” con la que se actuó en la desarticulación de las fábricas ilegales. El dirigente cuestionó que “la única ley” que se aplicó en los allanamientos haya sido “la Ley de Marcas”, debido a que “se les hace un gran favor a las mismas marcas que explotan de igual modo a los costureros en talleres clandestinos propios, pues así le barren la supuesta competencia desleal del mercado”.

Vera precisó que “ya existen 85 marcas denunciadas en la Justicia Federal” no sólo por falsificar prendas, sino “por explotar costureros, hacer una gigantesca evasión tributaria, reducir a la servidumbre y violar las leyes migratorias”. “Mientras algunos organismos del Estado actúan como agencia de la Cámara del Vestido podrían limitar negocios como los de La Salada, pero de ningún modo terminar con el trabajo esclavo que es patrimonio común de las marcas como de sus falsificadores”, concluyó.